LO QUE SOY

Puedes ver mis manchas en

marzo 27, 2009

TU PEQUEÑO SUEÑO


Había una vez un pequeño sueño, tan pequeño que se escondía detrás del lagrimal derecho de tus ojos, y solo salía cada vez que cerrabas los parpados para dormir. El pequeño sueño rondaba por tus pupilas e iba de un ojo a otro, trataba de jugar con otros sueños que parecían ser más grandes y por lo mismo siempre lo ignoraban. Los otros sueños escondiendo la resignación de ser solo sueños se sentían más importantes por su tamaño, además de que muchos ya tenían varios años viviendo cada vez que serrabas los ojos para dormir. El pequeño sueño se sentía mas solo cada día y temeroso asomaba su cabecita tras el lagrimal cada vez que por las mañanas te veías al espejo, se veía tan pequeño reflejado en tu espejo que inmediatamente se escondía mientras un suspiro tuyo cubría el ruido de sus pasos. En una de esas apresuradas huidas el pequeño sueño se perdió, llego donde estaba una neurona trabajando apurada de un lugar a otro, que de tanta prisa no se fijo y choco con el pequeño sueño, ¿Qué no ves que tengo prisa?¿como se te ocurre quedarte parado cuando hay tanto que pensar? Le dijo la neurona al pequeño sueño en tono de regaño. Perdón soy un sueño y me perdí, no sé cómo llegar al lagrimal donde vivo ¿me puedes ayudar? No tengo tiempo para andarte ayudando, además que no sabes que los sueños no existen, nosotros las neuronas los creamos ayudados por el inconsciente, tú en realidad solo eres una creación de la imaginación que nosotras producimos, así que no me hagas perder más tiempo y esfúmate, dijo la neurona mientras apresurada tomaba una vez más su ritmo. El pequeño sueño se sintió más triste pues ahora no solo estaba perdido, además se sentía, mmm, como te sientes tú cuando te dicen que no puedes hacer algo. Así que triste y sin saber que hacer siguió avanzando sin rumbo, ya no sabía si quería regresar a su lagrimal, o si valía la pena seguir avanzando, si la neurona tenía razón su existencia no tenía sentido. Siguió y siguió mas por inercia que por entusiasmo, llego hasta donde está el corazón, volteo sorprendido al verlo tan enorme, PUM PUM,PUM PUM,latia lentamente el corazón, ¿Quién eres tú? nunca te había visto, pregunto tímidamente el pequeño sueño. Soy el corazón, respondió una voz fuerte y serena. ¿El corazón? Eres enorme, ¿Cómo puede ser tan grande si este cuerpo es tan pequeño? Murmuro el pequeño sueño. Y tu pequeño ¿Quién eres? Pregunto la voz mientras se escuchaba PUM,PUM. No sé que soy creía que era un sueño pero una neurona me dijo que no existo, así que ni siquiera sé si soy algo. Dijo tristemente el pequeño sueño. Hay ese cerebro y sus neurona creen saberlo todo y tener respuestas a todo, cuando aun no alcanzan a entender todo lo que hacen, solo hacen las cosas por hacer, sin preguntarse el por qué, o para que, solo hacen lo que tienen que hacer. Entonces ¿tu eres un sueño? Pregunto el corazón. Pues creo que sí, aunque no se qué hacer o para que existo, creo que ninguno de los otros sueños saben eso, solo juegan cada vez que se cierran los parpados y se esconden cada vez que se vuelven a abrir, yo a veces me asomo por los lagrimales y ceo mi reflejo, pero soy tan pequeño que siempre termino corriendo a esconderme igual que los demás, solo que esta ultima vez corrí me perdí y no sé como regresar, no sé si quiera regresar, le dijo el pequeño sueño al corazón. Mira pequeño existes porque sin ti yo no seguiría latiendo, los sueños hacen que yo trabaje y si yo trabajo este cuerpo seguirá vivo, yo necesito de ustedes los sueños para que mis latidos se escuchen más fuerte, y si mis latidos se escuchan más fuerte la voz de este cuerpo retumbara mas y mas fuerte. Pero este cuerpo cada día tiene menos sueños, y mis latidos poco a poco van siendo más débiles y lentos, este cuerpo necesita que ustedes los sueños existan y salgan no solo cuando los parpados se cierran, este cuerpo necesita tener sueños a cada momento, pero ha dejado de crear sueños y los pocos que hay tienen años escondiéndose, por eso no supe distinguirte y te pregunte quien eras pues los sueños que he visto son viejos y hacia ya muchos latidos que no veía un sueño tan joven, dijo el corazón. Es verdad todos los sueños que conozco son muy grandes y por ser tan chico me ignoran y me hacen a un lado a la hora de jugar. Veras pequeño sueño todos los sueños por pequeños que sean provocan grandes latidos en este cuerpo, pero necesitan salir para que se cumpla su propósito, si se quedan escondidos solo son peso que este cuerpo cargara de mas y al paso de los latidos este cuerpo aguantara menos peso, por eso ha dejado de soñar este cuerpo pues ya no aguanta más peso. Necesitas salir y dejar que los ojos de este cuerpo te miren para que vuelva a soñar y que mis latidos sean más fuertes, y que la voz de este cuerpo sea más fuerte, tienes que salir pequeño. Pero soy muy chico y tengo miedo y no sé qué hare cuando los ojos me miren y sí ni no me ven que tal si me resbalo por la nariz y caigo, que tal si …. No debes temer pequeño los ojos del cuerpo sabrán que hacer cuando te vean y yo sabré cuando te mire este cuerpo, y latiré fuerte para que te reconozcan, anda pequeño este cuerpo necesita más sueños porque ya tenemos cargando muchas cosas, anda que si no sirvieras para algo la vida no te habría creado, anda corre que los latidos pasan y cada vez son más débiles, anda que muchas cosas dependen de que te vean los ojos de este cuerpo, anda mira te regalo un poco de entusiasmo para que te ayude a llegar hasta los ojos y a cumplir tu labor, anda no pierdas mas latidos. El pequeño sueño tomo el entusiasmo que el corazón le entrego y movido por este corrió por todo el cuerpo sintiendo que era importante, pequeño pero muy importante, corrió y corrió y el entusiasmo lo fue guiando hasta que llego al lagrimal donde se escondía, a través de los parpados pasaba la luz que indicaba que el momento de que se abrieran pronto seria. Lleno de entusiasmo se quedo aferrado a una pupila con un poco de miedo de que al abrirse los parpados se resbalara y cayera, pero estaba lleno de entusiasmo que a su vez le daba valor y fuerza, poco a poco la luz comenzó a pasar se comenzaron a abrir los parpados y la luz que cruzaba cegaba al pequeño sueño. Por fin se abrieron por completo y pudo ver entonces las manchas del techo de la habitación, fue sacudido cuando la mano froto los parpados para lubricarse los ojos, casi se suelta en ese momento, pero se aferro con más ganas a las pupilas, poco a poco fue descubriendo toda la habitación, vio por primera vez los pies, y sintió el tambalearse de el cuerpo, sentía cada vez mas y mas emoción, tanta que le parecía sentir el retumbar de los latidos del corazón, PUM PUM,PUM PUM. Así aferrado a las pupilas llego por fin al espejo y entonces se dio cuenta de que las pupilas lo estaban viendo, el retumbar de los latidos lo hacía vibrar, de hecho eran tan fuertes que hacían vibrar todo el cuerpo y toda la habitación, entonces a través del reflejo de las pupilas vio cristalizarse los ojos de los que se aferraba, y las lagrimas lo hicieron resbalar, por más que se aferraba a las pupilas no podía sostenerse y comenzó a resbalar por las mejillas, se sintió perdido, sintió que hasta ahí llegaría su existencia, que no habría más, sintió que el corazón le había mentido y que de nada servía como le había dicho la neurona, pero antes de que cayera del rostro una sonrisa lo detuvo, y entonces el pequeño sueño dejo de ser pequeño y dejo de ser un sueño. Dicen que se volvió en una enorme realidad, y que consiguió que el corazón volviera a latir con más fuerza que antes, dicen que desde entonces mas sueños se aferran a las pupilas cada vez que los parpados se abren, dicen que miles de sonrisas se dibujan a diario en los espejos, dicen que el pequeño sueño ahora ha dejado una gran carcajada retumbando dentro de tu corazón.


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Y SI ESCAPAMOS ESTA NOCHE




Y si escapamos esta noche.

Y si dejamos atrás todo y a todos.

Y si escapamos olvidando tu presente y todo mi pasado.

Y si te zafas del brazo del hombre que esta a tu lado durmiendo en la misma cama, y si me zafo de la incertidumbre, de la espera de otra, del cuerpo de otra, de las ganas de otra.

Y si escapamos esta noche con tus alas y mis pies.

Y si me acerco a tu ventana y la abres y salimos los dos a caminar por el cielo de esta noche oscura.

Y si nos acostamos en la Luna y nos cobijamos con caricias y besos, y tus muslos.

Y si escapamos esta noche sin miedos, sin rencores, sin angustias, sin nada más que tu pasión y la mía, y estas ganas locas de escapar de todo y de todos.

Y si nos fugamos, y si nos perdemos, y si ya no regresamos, tú junto a él y yo junto a la soledad que me acompaña mientras espero que tengas ganas de todo y de mí.

Y si escapamos esta noche solo por ver qué pasa, solo por saber hasta dónde llegamos, solo por no mirar atrás, ni hacia adelante, solo por vivir ese instante que es tu boca desprendiéndose de los gemidos que la mía le provoca al recorrerte de pies a cabeza.

Y si escapamos esta noche y somos solo tú y yo, y nadie más, y nada más.

Y si brincamos de tu cama a la ventana, de la ventana a mi Luna, de mi Luna, de mi Luna saltemos a donde tú quieras, a donde tus alas quieran volar.

Si escapamos esta noche te diré que te quedes a mi lado y que no regresemos a lo de antes, a tu cama cubierta de la piel de otro hombre, a mis soledades llenas de ganas de ti.

Si escapamos esta noche tal vez el rencor y los reproches y tu vida y mi espera, no serian en vano.

Si escapáramos esta noche y la siguiente, y otras mil mas, tal vez pueda convencerte de que dejes de escapar de mis brazos al amanecer.

Si escapáramos esta noche para dejar de escaparnos de todo y de todos.




PEQUEÑO CUENTO PARA LOS QUE AMAN A DISTANCIA

Estabas con ganas de llorar la otra tarde, estabas con ganas de extrañar la otra tarde, estabas con el corazón a millones de kilómetros la otra tarde, la otra tarde casi ya al anochecer. Entonces bajo un nomo desde su montaña, esa montaña lejana que tiene en la cima un bosque de Jacarandas y Magnolias, y que entre sus troncos se enredan Pasionarias, que al parecer son las hijas de estas dos flores.

Bajo el nomo de esa montaña a la que le gusta subir por misantropía, por destierro, por ausencia, porque la piel de ermitaño le queda bien, esa montaña a la que sube cada vez que quiere contemplar el Mar y la Luna y ser testigo de su amor, esa montaña de la que se avienta sin miedo para caer en el centro del reflejo de su Luna.

Bajo el nomo esa tarde casi al anochecer por que escucho que querías llorar en silencio, bajo el nomo esa tarde casi noche por que con el baja siempre la noche. Bajo y te escucho.

Y escucho tu silencio y escucho que las lagrimas resonaban a kilómetros de distancia, y que esa distancia te pesaba porque creías estar cargándola tu sola, así que el nomo te ofreció esa tarde casi noche ayudarte a cargarla, estiro sus largos y huesudos brazos, y antes de tomar el costalito de distancia que traías cargando en la espalda uso sus garritas para secar tus lagrimas, y es que la piel del nomo por ser tan seca absorbe mejor las lagrimas, así que apenas toco tus mejillas y off las lagrimas habían desaparecido.

Sin decirte nada tomo tu costalito de distancias, y no es que él fuera muy fuete, pero las distancias nunca le habían pesado, así que con una mano lo sostuvo mientras te miraba, y tú mirabas la distancia que se veía en el horizonte, y detrás de ese horizonte estaba tu corazón.

El nomo se dio cuenta de eso y entendió muy bien por qué tus bracitos estaban cansados de cargar distancias, entendió porque llorabas en silencio y porque retumbaban tus lágrimas a millones de kilómetros. Se froto su enorme y húmeda nariz con su garra, curiosamente la única humedad que su piel no absorbía era la de él. Te miro con sus ojeroso ojos, tu seguías mirando el horizonte donde veías que estaba tu corazón, entonces el nomo que traía siempre la noche con él, levanto su garra y te señalo la Luna, su Luna.

Volteaste a verla, a la Luna, no a su garra, pero volteaste a ver lo que debías de ver. Allí estaba detrás de unas nubes fue asomando su hermoso rostro, tus ojitos poco a poco fueron brillando mas y una sonrisa casi escapa de tus labios.

La Luna entendía tu silencioso llanto, la Luna mejor que nadie sabía lo que era amar a distancia, la Luna mejor que nadie comprendía lo que el silencio de tu mirada decía.

El nomo se sentó sobre el pasto y acomodo el costal de distancias como almohada, se recostó y se quedo mirando su Luna. Mientras escuchaba tu silencio y el de su Luna, mientras te decía entre nubes la Luna que entendía todo lo que en silencio decía tu llanto.

En silencio te dijo que ella y el Mar eran los amantes que la distancia se empeñaba en alejar, en silencio te dijo que su amor era tan grande e inmenso que ni los millones de kilómetros que los separaban habían menguado ese amor. En silencio te dijo que el amor, es amor aunque sea a distancia. En silencio te dijo que cada noche ella y el Mar se fundían, se amaban, se besaban y que cada noche la distancia trataba de alejarlos y le pedía ayuda al sol que celoso intentaba asomarse para separarlos con la luz del día, pero ellos a pesar de la distancia y del tiempo que marcaba el día, corrían apresurados para encontrarse una noche más del otro lado del mundo, así que por mas intentos que la distancia hiciera nunca lograría separarlos y cada noche, todas las noches, serian uno haciendo la noche interminable porque solo de noche se podían amar. Ella en silencio te abrazo con su luz, tú la abrazaste y tus brazos recuperaron su fuerza, te quedaste colgada de la Luna un rato mas mientras el Mar traía entre las olas la voz de tu corazón, la voz del hombre por qué llorabas en silencio, la voz de su amor y del tuyo. El Mar lo había traído para ti, para que supieras que la distancia cuando amas es solo un conglomerado de pasos, pero afortunadamente el amor tenía unos pies grandes, tan grandes que de un solo paso podías cruzar de costa a costa solo para estar junto a tu corazón. Se quedaron así en silencio los cuatro, tú y la Luna, tu amor y el Mar, el nomo, mmm, el nomo creo que ya se había puesto a jugar con una luciérnaga porque te había escuchado en silencio reír.

La verdad es que cuando el amor es tan grande, la distancia por más que se mida en millones de kilómetros, no alcanzara a separarlos. Y esta tarde, casi noche que lloraste en silencio puedo jurarte que no éramos solo dos.

EL LLANTO DEL PAYASO

Se levanta el telón, el escenario permanece en oscuridad, la gente sentada termina de acomodarse y terminar sus charlas, algunos atentos miran hacia el escenario tratando de distinguir lo que se mueve entre la oscuridad.

Comienza a iluminarse poco a poco el escenario mientras al paso de la luz se va silenciando la gente en las butacas. Sobre el escenario están los actores de la función pasada, los mismos trajes, las mismas caras maquilladas, los mismos pasos, el mismo recorrer de la escenografía. Entre las butacas están gentes nuevas, diferentes a la función pasada, diferentes ropas, diferentes maquillajes, diferentes peinados, diferentes susurros, pero entre toda esa gente diferente esta ella, sentada en tercera fila con la misma bufanda, la misma mirada triste, la misma sonrisa escondida tras los mismos labios rosados, el mismo cabello oscuro que esta vez ha recogido con una pinza.

Los actores andan de un lado a otro, los mismos pasos, los mismos diálogos, los mismos gestos, los mismos tumbos. Entonces en la tercera escena entra él, el mismo de la función pasada, el mismo traje, el mismo maquillaje, el mismo dialogo, sin embargo su voz es distinta, su mirada es distinta, su semblante es distinto, aunque el mismo maquillaje lo trate de ocultar, hay algo distinto en él.

Ella sentada en tercera fila parece ser la única en notar la diferencia.

Los ojos de ella tratan de buscar los ojos de él, sus labios rosas son mordisqueados por sus dientes, sus manos no encuentran ningún refugio y ansiosas van de la codera a sus piernas, de sus piernas a la codera. Y así cada vez que él sale a escena.

Ella voltea a ver a las personas tratando de descubrir si alguien más ha notado que hay algo distinto en él, pero la gente es distinta y para ellos todo es como debe de ser.

La función transcurre igual, los mismos actores de un lado a otro, los mismos pasos, los mismos diálogos, los mismos intentos de que todo sea distinto. Y algo es distinto aunque nadie lo note. Llega la última escena y él sobre el escenario diciendo los mismos diálogos, tras la misma luz tenue que lo saca de la oscuridad en que quedo el escenario, los mismos ademanes. Entre las butacas las mismas miradas conmovidas, en distintos ojos, la misma expectación en distintos rostros. Él va soltando las últimas mismas palabras. Termina y la gente ovaciona, los mismos aplausos, de distintas manos, la mismas palabras de admiración en distintas voces, toda la gente hace lo mismo que la función pasada al terminar la obra, pero en tercera fila ella sabe que esta vez la obra fue distinta, y solo ella parece haber notado que esta vez el llanto del payaso fue real.

Pasa lo mismo de la función pasada, el telón se corre tres veces, de la misma manera en que ha sido siempre. La gente se va levantando de sus asientos tras haberse encendido las luces, los mismos comentarios de fascinación por la obra, los mismos entusiasmos efímeros que como siempre duraran hasta que crucen las puertas de salida. Hasta allí todo habrá sido lo mismo que cada función. Ella camina hasta aquella puerta de salida como lo ha hecho durante todas las funciones, solo que esta vez su rostro no es el mismo pues sabe que algo era distinto. En los camerinos él sigue llorando, y el maquillaje del payaso es desdibujado por las lágrimas. Ella no sabe que es lo que él escondía tras el maquillaje, intrigada sube al mismo auto, pero esta vez no es quien maneja.

-en realidad no se por qué te gusta tanto venir al teatro, la obra me pareció bastante aburrida, pero bueno ojala al menos me des crédito por haber aceptado acompañarte esta vez, la próxima semana me toca a mí y te llevare al estadio por que se juega la final.

Ella no escuchaba lo que aquel hombre le decía, pues en su cabeza aun mantenía la imagen del payaso llorando.

Ella no sabía que él antes de que comenzara la función solía siempre asomarse entre el telón para ver los rostros de la gente y que durante la primera función encontró su mirada triste, y que cada función el sacaba lo mejor de su actuación por que había notado que su mirada triste se llenaba de ilusión al terminar la obra, así que él cada noche actuaba solo para ella. El se preguntaba tantas cosas sobre ella, y verla dentro de las butacas siempre en tercera fila lo hacia sonreír y le llenaba de entusiasmo, lo bastante como para que la gente elogiara la obra y se tuviera que haber alargado la temporada por la demanda de boletos que había.

El no sabía que ella había asistido la primera vez a ver la obra por que su marido se había ido a ver un partido con sus amigos y como no le gustaba quedarse sola en casa salió al cine, pero el trafico le había impedido llegar a tiempo para entrar a ver la película que quería ver y mientras tomaba un café vio la obra anunciada en un pequeño recuadro del periódico, esa tarde comenzó a llover y por pasar la tarde fuera de casa y en un lugar no tan desolado había decidido ir al teatro a ver aquella obra. Y fue tras el telón del teatro que encontró la mirada de él que escondido tras el maquillaje y el telón se asomaba. Sus miradas se cruzaron unos segundos, la de él llena de indecisión y miedo por no saber si actuar era lo suyo cambio por una mirada llena de entusiasmo, la de ella llena de tristeza y rutina cambio por una llena de fantasía e ilusión. Bastaron esos segundos para que entre escena y escena se buscaran, y entre la oscuridad de las butacas sus labios rosas sacaban esa sonrisa escondida, y tras el maquillaje y sonrisa triste dibujada en el rostro de él se escondía una sonrisa cada vez que la volteaba a ver en tercera fila.

Ella ya no sabía con que pretexto salir de casa desde el miércoles a la misma hora para ir a ver la misma obra, en el mismo teatro, entre distintas personas y con los mismos actores, afortunadamente la jornada de futbol había comenzado y siendo su marido un hombre tan apegado al futbol, pues era fácil ser condescendiente con el i dejarlo que se fuera con sus amigos a ver los partidos mientras ella se iba con él a llenarse de entusiasmo y escapar de su matrimonio.

Ella salía del teatro y siempre iba al mismo café a fantasear con el mismo actor, con el mismo personaje, con el mismo amor, pero cada vez era distinta por que poco a poco iba creciendo su emoción y hasta le parecía que el café sabia diferente, pero era el mismo hecho en la misma máquina, servido por la misma mesera, en la misma mesa, una taza diferente algunas veces, pero aquel lugar era el mismo, aunque ella era diferente cada vez que se sentaba a recordar las miradas de él.

El terminando cada función entraba al camerino lleno de entusiasmo mientras lo felicitaban los compañeros y el dueño del teatro y le reiteraban su admiración y su familia con los mismos reproches, la misma queja, los mismos intentos de que dejara el teatro y entrara a trabajar en la empresa de su padre. Cada noche lo mismo, pero su rostro al quitarse el mismo maquillaje le dejaba ver un rostro diferente reflejado en el espejo, un rostro lleno de emoción y entusiasmo, por que la había visto a ella sentada en tercera fila una noche más.

Así ella y él desde la primera función en que se encontraron sus miradas cambiaban su vida y sus desganas y su rutina y su tedio, por una fantasía, ella al lado de él, él al lado de ella.

Pero esta noche la función había sido distinta, y el entusiasmo y la fantasía habían quedado debajo del telón. Ella no sabía por qué había sido todo diferente, porque el llanto del payaso había sido real y no había habido miradas ni sonrisas escondidas. Ella no sabía que él como cada noche se había asomado tras el telón antes de comenzar la función y la había visto a ella sentada en tercera fila como cada noche, pero junto a un hombre que le tomaba la mano y le besaba, ella entonces le pareció tan distinta pues nunca la había visto acompañada.

Ella se metió en la cama como cada noche, al lado de su marido que como cada noche ya estaba dormido, esta vez no soñaría con fantasías ni con escaparse de la mano de su payaso, no soñaría con pasar la madrugada entre ilusiones y mundos imaginarios y caricias y beso y amor, el amor de su payaso.

El esa noche tras quitarse el maquillaje y las lagrimas del rostro no iría tras el escenario a ensayar y reinventar sus diálogos y sus movimientos, no estaría estudiando para ser mejor actor, mejor actor para ella, esa noche el iría a casa de sus padres.

La tarde siguiente ella salió de casa a la misma hora pero con un pretexto distinto, llego a la misma taquilla con la misma vendedora y compraría su boleto de tercera fila, se sentó entre personas distintas esperando que se levantara el mismo telón, ella busco la mirada escondida de él, y vio una mirada, con el mismo maquillaje pero no era él. Paso lo que cada noche comenzó la función, salieron los mismos actores con los mismos trajes, los mismos diálogos, al final la misma ovación, las mismas luces encendiéndose, pero en tercera fila esta ella, sentada esperando que la gente vacíe las butacas, mientras se pregunta donde esta él. Se acerco a uno de los tramoyeros y pregunto, salió del teatro como cada noche pero esta vez sus ojos no tenían entusiasmo ni fantasía, ni ilusión, y sus labios no dibujaban ninguna sonrisa, salió del teatro con expresión del payaso, su llanto era el de aquel personaje que él interpretaba.

El tramoyero le dijo que él la noche anterior había renunciado a la compañía y que le habían contado que fue a trabajar a la empresa de su padre, le dijo el tramoyero que todo mundo se sorprendió por la noticia pues gran parte sus compañeros y hasta el dueño del teatro le auguraban un gran futuro dentro de la actuación, pero que él les dijo que ya no podía seguir.

Ella no volvió a ir al teatro, y paso las tardes viendo los partidos junto a su marido, mientras sus ganas se asfixiaban entre la rutian y la apatía que trae el día a día.

El no volvió a actuar nunca, pasaba el día con un disfraz distinto, un disfraz como el de muchos, traje corbata, esas cosas, no usaba maquillaje a pesar de tener que poner una falsa mueca cada vez que entraba a la oficina. Y aunque suele hacer bromas todos sabes que es un hombre triste, por eso le llaman Pagliacci a escondidas.




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CUANDO TE CONOCI


Cuando te conocí, aun recuerdo que no quería conocerte, que me dabas miedo, que me intimidabas.
Cuando te conocí, aun recuerdo que traías recogido el cabello con sueños y fantasías. Cuando te conocí aun te brillaban los ojos negros llenos de magia y esperanza, y los dos no éramos tan distintos. Cuando te conocí, recuerdo que te dije que yo no era lo que tú buscabas. Cuando te conocí me pareciste tanto a algo que había perdido. Cuando te conocí recuerdo que volábamos sobre mi cama y dentro de mi habitación y en la tuya y en tu sala y la cocina y en cualquier lugar donde el deseo dormido entre tus muslos despertaba. Cuando te conocí traías el cabello corto y usabas jeans, caminábamos por las calles encontrado los refugios donde me escondía. Cuando te conocí eras princesa deseando ser solo mujer y yo deseando solo ser, lo que quisieras que fuera, un niño, un mago y hasta algunas veces un hombre. Cuando te conocí me llenaste de inspiración, me hacías olvidar el cansancio que quedaba después de horas de vuelo para pintarte, para levantarte entre mis muros una y otra vez, mientras tus muslos compraban otro boleto a mi nombre y avisabas que era hora de partir así que había que abordar, que abordarte. Cuando te conocí, recuerdo, recuerdo que tuve que ser alquimista y hacerte un espejo mágico para que al mirarte descubrieras lo hermosa que eras, y que lo creyeras y que nunca lo olvidaras. Cuando te conocí me llenaste las pupilas de colores y formas, de texturas y de un futuro al lado tuyo. Cuando te conocí un poco más, fuiste vaciando mis pupilas y mi alma y mi cama y mis muros. Cuando te conocí otro poco, fueron despertando tus muslos por alguien más, mientras me quedaba en silencio escuchándote decirlo. Cuando te conocí mejor, ya no brillaban con ilusión tus pupilas, ya la magia se había escapado y la realidad te visitaba una y otra vez, dejaste de creer en cuentos y en mí, dejaste de volar a mi lado, dejaste de querer ser princesa y musa y futuro. Cuando te conocí, cuando te conocí me di cuenta de que no te conocía, y aunque el recuerdo de todo aquello que vi en ti aun esta dentro de mí, hoy que se que no te conocí, se también que nada de eso conocí en ti.


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CUENTO DE AMOR DE DOS PROFUNDAS INMENSIDADES

CUENTO DE AMOR DE DOS PROFUNDAS INMENSIDADES.

Esta historia me llego hace poco, mientras chateaba con una desconocida que después dejo de serlo. Ella me contaba que le encantaba el Mar y que le gustaría, en alguna otra vida ser una sirena, me pregunto ¿por que no en esta? Total que me pareció tanto su amor hacia el Mar que en ese momento me atreví a confesarle un antiguo secreto, le dije que el Mar era un viejo amigo mío y que si un día iba al mar y le hacia una pregunta el Mar le respondería, sin importar donde estuviese, el Mar llevaría hasta sus oídos la respuesta. Déjenme contarles como supe de este secreto.

En una visita que había hecho hace ya muchos años al Mar le pregunte algo, no recuerdo que fue, total que a mi regreso a la ciudad y en una noche común, me llego una brisa de Mar. Increíble ¿no?, una brisa de Mar en medio de la ciudad, pero ahí estaba se los juro, llenándome el alma de ese exquisito aroma. Entre el smog de los autos y de las fabricas, una riquísima brisa de Mar. Entonces paso algo que me lleno de escalofríos por ser completamente nuevo para mi, escuche una voz profunda susurrando en mis oídos, además de que junto con la extraña voz alcanzaba a oír ese peculiar oleaje que se escucha de noche en el Mar. Verán lo mas cercano a el sonido que escuchaba y para que se den una idea de lo que pasaba, lo que retumbaba en mis oídos era ese sonido que escuchamos cuando nos ponemos una concha en el oído, ¿Quién no lo ha hecho?. Entonces la voz profunda y serena que escuchaba susurrando en mis oídos se fue clareando,-¿me hiciste una pregunta? Dijo la voz. Uff siempre estoy preguntando cosas así que era difícil saber de que hablaba la voz. -Me hiciste una pregunta ¿no quieres saber la respuesta? Volvió a decir la voz. -¿Quién eres? Pregunte. -soy el Mar, y he venido a responderte. No podía creerlo ¿Cómo podría el Mar viajar hasta la ciudad y solo para responder una pregunta que ya ni recordaba? -¿quieres escuchar la respuesta? Volvió a decir la voz. No sabia que decir así que solo dije -si, por favor.

Entonces la brisa se sintió mas fuerte y el aroma del mar me envolvió por completo haciendo que por un momento me pareciera estar ahí frente al Mar, la fuerza de la brisa me obligo a cerrar los ojos un instante y al abrirlos no me cabía duda alguna, estaba frente al Mar, voltee a mi alrededor y era increíble lo que mis ojos veían, arena detrás mío y frente a mi el Mar con toda esa belleza que impone tanto respeto y admiración, di un paso y me di cuenta de que estaba descalzo y la arena húmeda entre mis dedos me hacían saber que todo aquello no era una ilusión, camine hacia la orilla y deje que la espuma de las olas me acariciara los pies, era de noche y la Luna al fondo del inmenso Mar parecía estar saliendo de su interior o sumergiéndose en sus profundidades, era hermoso todo aquel paisaje, un cielo tapizado de estrellas enmarcaban aquella belleza, y el sonido del vaivén de las olas la mas hermosa sinfonía que a la vida se le podía ocurrir para musicalizar aquel instante. Decidí avanzar, dejar que el agua me llegara a la cintura, el oleaje parecía haberse calmado, de tal manera que el cielo se reflejaba sin distorsión alguna sobre el agua, y daba la impresión de que me encontraba sumergido en un mar de estrellas. De repente, un rugido comenzó a escucharse, voltee hacia la orilla para ver si ese sonido venia de la playa, el rugido fue haciéndose mas fuerte y por mas que buscaba en la playa no lograba ver mas que arena, parecía acercarse mas y mas a mi pero no lograba ver mas que arena, entonces escuche con mas atención y me di cuenta de que el sonido parecía acercarse por detrás, voltee rápidamente y entonces vi de donde venia aquel sonido y de que tenia razón se acercaba a mi, me quede paralizado cuando vi que frente a mi y con una velocidad vertiginosa se acercaba una enorme ola, demasiado tarde lo descubrí, pues en ese momento ya no había mas que jalar todo el aire posible y dejarme aplastar por esa enorme ola. Y así fue en un segundo me vi sumergido en la mas azul de las obscuridades, intente salir a flote y buscaba nadar hacia la luz que iluminaba la superficie, pero era inútil, cada vez que pataleaba una corriente llegaba no se de donde y me golpeaba haciendo que perdiera dirección, intente una y otra vez, cada vez con mas desesperación pues sabia que no aguantaría tanto la respiración, no se cuanto tiempo tenia ya sumergido y de repente la voz nuevamente golpeando mis oídos, -No luches, dijo la voz. Pero era tanta mi desesperación que comencé a intentar nadar con mas fuerza, pero mientras mas empeño ponía en tratar de nadar mas fuerte me golpeaban las corrientes,- No luches. Volví a escuchar, ya en ese momento me sentía agotado y casi sin aliento, -No luches, déjate llevar. Volví a escuchar ¿pero como no luchar si me estaba ahogando? De cualquier forma ya no tenia fuerza para seguir luchando, así que comencé a hundirme en la oscuridad del Mar, ya no había corrientes, ya no podía escuchar nada, solo sentía mi cuerpo caer mas y mas hondo. de repente una corriente me golpeo nuevamente, sacudió mi cuerpo ya completamente suelto, y pareció entrarme de nuevo aire, fuerza para seguir luchando pero esta vez no intente nada y decidí hacerle caso a la voz. Me deje llevar por las corrientes que parecían hacer que mi cuerpo danzara de un lado a otro, giraba, subía, bajaba, la sensación era tan grande y agradable que dejo de preocuparme el quedarme sin aliento, de hecho pensé que ya estaba muerto y que parte de aquella sensación se debía a que estaba sintiendo ya mi alma desprenderse de mi cuerpo. Los rayos de luz que penetraban esa oscuridad cada vez eran mas intensos y poco a poco parecía ir desapareciendo la oscuridad en la que me encontraba , por fin después de tanto movimiento pude ver la superficie y una suave corriente me acerco hacia ella, saque mi cabeza y di un jalón de aire, comencé a mover los brazos y las piernas para seguir a flote, voltee hacia todos lados y ya no podía ver la playa, me encontraba en medio del Mar y frente a mi la enorme Luna con medio cuerpo dentro del Mar, -ves no tenias que luchar, además nadie que haya intentado luchar conmigo ha salido victorioso. Dijo la voz. Pero es que me estaba ahogando, dije aun tratando de recuperar mi aliento. -¿crees que te traje hasta aquí solo para ahogarte? Solo quería que supieras quien soy y lo que tu eres dentro de mi. Solo así podrás respetarme. Dijo la voz. -no tenias que hacer eso yo siempre te he mirado con respeto. Le dije jadeando. -discúlpame pero eso lo he oído tantas veces que no podía arriesgarme y debía demostrarte que rol jugamos. ¿quieres escuchar la respuesta a tu pregunta?. Volvió a decir. En medio de ese momento, y a mitad de la nada allí me encontraba escuchando esa profunda voz que entre su misterio ofrecía tanta tranquilidad, -si, por favor. Dime cual es la respuesta, dije tratando de recordar que es lo que había preguntado, pero aun no se me venia a la cabeza nada. - hace tiempo que te vi por primera vez en ese entonces eras mucho mas pequeño, y solo dejabas que te rozara los pies, aun recuerdo tus gritos y tu risa mientras corrías cada vez que me acercaba a ti, te miraba sentado frente a mi mucho tiempo, llegabas muy temprano y no hacías mas que mirarme, poco a poco mientras avanzaba el día te ibas acercando mas y mas, hasta que me dejabas mojarte los pies, te quedabas todo el día y recuerdo que eras el ultimo de tu familia que se marchaba, siempre tenia que venir alguien a recogerte y te marchabas volteando la mirada hacia mi, por las noches te veía asomado por alguna ventana, y así pasabas la madrugada asomándote una y otra vez. Al escuchar todo aquello me remonte a mi infancia y tenia razón en todo, pues recuerdo que mi familia nos llevaba desde temprano a la playa pues así disfrutaríamos de menos gente, así que para las siete u ocho de la mañana ya estábamos frente a la playa, era muy pequeño la primera vez que camine sobre la arena, y recuerdo que como no sabia nadar, me quedaba en la orilla y corría hacia el frente cuando las olas se retiraban y me dejaba corretear mientras gritaba una y otra vez cuando las olas se acercaban, a mi familia les hacia gracia pues de todos mis hermanos yo era el único que aun no se metía a nadar, así que prefería quedarme sentado en la orilla juntando conchitas y buscando cangrejos, me ponía hacer dibujos en la arena, o a cavar fositas cerca de donde llegaban las olas para que se llenaran de agua y después meter los pies dentro, ahora que recuerdo eso me parece tan bobo, pero era tan feliz en esos días, recuerdo también ser el ultimo en retirarse de la orilla, ya muy tarde, y casi siempre a pesar de los gritos de mi abuela me quedaba frente al mar mirando como se iba tragando al sol, así que normalmente tenia que ir mi abuelo a sacarme de la orilla y entre jalones me marchaba volteando hacia el horizonte para ver si el sol podía escapar y salir flotando hasta que volviera a subirse al cielo, aunque también recuerdo que en algunos de esos viajes no veía al sol sumergirse, veía a la Luna salir del Mar y entonces de regreso a casa pensaba que en el día no se veía a la Luna pues estaba escondida dentro del mar, y mi preocupación en esos días era que a la Luna se le terminara el aire y se ahogara, entonces me daba un miedo terrible pues sin la luz de la Luna los monstruos que había debajo de mi cama podrían salir y atacarme. Entonces una risa me saco de mi regresión,

-ja,ja,ja, si recuerdo todo eso. Dijo la voz. ¿Pero como me escucho si solo estaba rememorando esos días de mi infancia?.

-veras te diré uno de mis secretos, si me hablas yo me encargare de que me escuches y si me escuchas, escuchare tu voz aunque no digas una sola palabra, estaré junto a ti sin importar donde te encuentres y te traeré hasta mi envuelto en una brisa para que podamos conversar, y deja que te diga una cosa mas yo nunca lastimaría a la Luna. No podía creer lo que me estaba diciendo la voz, aunque ya después de todo lo que había visto y sentido nada me parecía imposible, así que pensé ¿y por que yo? Entonces la voz me contesto,- aunque me veas tan grande tengo pocos amigos, cada vez menos, las personas ya no me miran como antes, desde hace mucho tiempo, pero cuando llegaste por primera vez y vi tu asombro al mirarme desde la ventana de un autobús, me sentí admirado nuevamente, así que espere ese día a que llegaras a mi y quisieras jugar conmigo en ese entonces me llamabas amigo y cada vez que te retirabas te venias a despedir diciendo simplemente “volveré amigo”, ¿recuerdas eso?, me pregunto la voz. No se como había olvidado todo eso, esos momentos en que era tan feliz, no me podrán negar que la infancia es la etapa mas feliz del ser humano sin importar en que momento decida uno vivirla. - se que has crecido y que debes estar muy ocupado pues hace mucho tiempo que no vienes a verme, es por eso que decidí irte a buscar ¿no es eso lo que hacen los amigos?, -si. Le respondí asombrado de que el Mar me llamara de esa manera, AMIGO, una palabra que hacia mucho tiempo no escuchaba. -es por eso que te pedí que no lucharas, un amigo no lastima, te enseña cosas aunque aprenderlas cueste y duela un poco, pero jamás te daña con saña. Lo que hice hace un momento solo fue para enseñarte algo como ya te dije, discúlpame si fui un poco rudo pero solamente así podrías entender lo que quería enseñarte. -te entiendo, aunque no tenias que hacerlo si recuerdas siempre te he contemplado con respeto. - si, lo se, pero también se que las personas al crecer cambian y se vuelven arrogantes y dejan de tenerle respeto a todos y a todo. Como te dije hace mucho tiempo que ya nadie me voltea a ver asombrado, ni me preguntan nada , ni siquiera saludan a pesar de que cuando vienen a mi les doy todo. - te entiendo, aunque me resulta increíble que haya pocos que no sientan asombro ante ti. -pues créeme hay menos de los que te imaginas y cada día pierdo un amigo, ya casi nadie habla conmigo y escucho menos voces haciéndome preguntas, cada día menos personas me cuentan sus secretos y dejan que les comparta los míos, son tantos y ya nadie quiere escribirlos para que otros los conozcan, ya no hay poemas sobre mi, ni historias en las que se relate como me hice cómplice de un anciano para cazar a una ballena, ni marineros preguntando ¿Dónde esta mi capitán? Hace mucho que ya nadie escucha nada de lo que digo. Es por eso que decidí buscarte para saber si aun puedo llamarte mi amigo. Y dijo esto con una tristeza inmensa, tan inmensa como el mismo. -si, claro que aun puedes considerarme tu amigo, deja te digo que estamos en igualdad de circunstancias, pues yo también tengo menos amigos a cada día, pero te diré que podrás contar conmigo como amigo cada vez que quieras. -lo se, cuando te encontré en la ciudad espere para acercarme a ti y te seguí hasta tu casa, ahí vi lo que haces, he visto que en muchos de tus cuadros estoy yo, que me has pintado muchas veces, que sembraste sobre mis aguas árboles enormes, y pusiste a cabalgar unicornios sobre mi, se también que has pintado a mi amada muchas veces y que en muchos cuadros estamos juntos, cuando descubrí eso me sorprendiste pues no se como te enteraste de que la Luna y yo somos amantes. -pues es obvio solo dos inmensidades podrían terminar amándose, pensé. -si y fue la Luna quien me dijo donde buscarte, fue ella quien me dijo que aun te acordabas de este viejo amigo, por eso ella esta aquí esta noche, ¿quieres saber la historia de nuestro amor? Me pregunto y voltee a mirar la luna que brillaba con esa belleza que siempre tiene. -claro por favor cuéntame. Le dije emocionado por saber como había nacido esa historia que tantas veces pinte y que a pesar de eso nunca se me había ocurrido antes.

-te contare entonces, paso hace muchos años, mucho antes de que tu llegaras a este mundo, ya desde entonces las cosas no pintaban demasiado bien para mi, pues la evolución del hombre había resultado dañina para mi y para todas las criaturas de este mundo, se había puesto en peligro la existencia de todo y de todos incluso la del mismo hombre, mientras mas crecía la humanidad mas gente venia a las playas, se comenzaron construir edificios alrededor mío, y poco a poco la arena sobre la playa iba cediendo paso al asfalto de las autopistas, los peces que nadaban en mi poco a poco fueron disminuyendo y comenzaron a dejar de jugar conmigo pues cada vez había mas redes dentro de mi, así que estaban mas preocupados por escapar que por jugar, muchas criaturas decidieron cambiar sus hábitos y se sumergieron en lo mas profundo de mi ser, pues sabían que hasta ahí el hombre aun no podía llegar, el hombre entonces levanto plataformas sobre mi para extraer petróleo, pero sus descuidos provocaban constantes derrames que me intoxicaban y mataban a millones de criaturas que habitan en mi, los edificios que construyeron cerca de mi terminaron vaciando sus desperdicios dentro de mis aguas, y la gente que venia hacia su parte también, pues en lugar de peces comenzaron a verse pañales, botellas, bolsas flotando junto con toda la basura que dejaban en cada visita que me hacían, cada vez mas y mas gente sobre la arena, cada vez menos playas sin huella del hombre, contrario a lo que se pudiera pensar mientras mas gente venia mas solo me sentía, pues ya nadie me contemplaba, todos los que venían se dedicaban a echarse como vacas sobre la arena para que el sol tiñera su piel, nadie se maravillaba ante mi, nadie me contemplaba con respeto, y por las noches nadie me invitaba cuando armaban una fogata sobre la arena para embriagarse, ya no me preguntaban nada, no me contaban nada, por mas caricias que les regalaba, y por mas espuma que hieran mis olas, nada, ni un gracias, ni un hola, ni un hasta pronto, solo silencio, solo el ruido de evolución, una noche cuando mas triste estaba una pareja se metió en mis aguas y comenzó a hacer el amor, que para mi era algo completamente, ajeno, pues hasta ese momento no había conocido el amor y sus destellos, la pareja parecía no darse cuenta de que en ese momento éramos tres y no solo dos, claro que ante el amor poco se puede percibir, así que me volví solo testigo de esa fuerza con la se entregaban uno al otro, decidí envolverlos para sentir esa pasión que en cada caricia se entregaban , fue ese acto lo que me hizo darme cuenta de lo solo que estaba, y de que sin importar cuan grande fuera, mi inmensidad no se comparaba con la inmensidad que reflejaban los ojos de aquellos amantes, y que era provocada por el amor, ¿Cómo algo que no se puede ver ni tocar podría ser mas grande que yo? ¿Cómo podría ser tan inmensaza esa luz si venia de unas criaturas tan pequeñas?, no podía creerlo así que en una enorme ola de furia y de frustración decidí retirarme de la playa, lejos de todos. Pase varios días con esa pregunta hundida en mi interior, y la frustración y el coraje dieron paso a la tristeza, y una noche comencé a llorar, llore tanto que mis aguas se volvieron mas saladas, tanto que los peces comenzaron a morir, a la mañana siguiente parecía haber fiesta en todas las playas pues la arena estaba cubierta de peces, y todos estaban contentos pues no había que salir a echar las redes al mar para pescar pues el botín estaba sobre la arena.

Nadie se preguntaba por que estaba pasando eso, estaban tan contentos recogiendo los peces y pensando como los cocinarían o a que precio los venderían que nadie quiso saber por que había amanecido la arena cubierta de peces.

Esa noche volví a llorar pues me sentía tan insignificante y engañado por mi ego pues me había hecho creer que no había nada mas grande sobre la tierra que yo. Llore varias noches y siempre pasaba lo mismo, por la mañana la gente corría a la playa para recoger los pescados que sobre la arena dejaban mis lagrimas, y a pesar de que fueron muchos días así nadie preguntaba ¿Qué estaba pasando?. Yo por mi parte estaba tan hundido en mi tristeza que no había notado que por la noche las playas habían comenzado verse mas iluminadas, me acercaba a las playas buscando a otra pareja de amantes para poderles preguntar que era eso que les provocaba semejante brillos en los ojos, pero nada nadie se metía al mar por las noches, y es que debido a mis lagrimas y a los peces que llenaban las playas por la mañana, la gente comenzó a hacer guardias nocturnas esperando los primeros peces que mis lagrimas arrastraban hacia ellos. Total que una de esas noches y mientras limpiaba mis lagrimas con un pañuelo de espuma, me di cuenta de que había demasiada luz para ser de noche, me aleje de la playa y a pesar de la distancia seguía contemplando esa extraña luz, recorrí cada playa, cada costa, cada puerto, y en todos los lugares esa misteriosa luz decidí alejarme lo mas que pude , pero sin importar cuanto esa luz parecía seguirme, mire mi superficie y vi que estaba completamente iluminada, así que levante la mirada y entonces la vi, déjame decirte que en ese momento su luz me provoco una enorme fascinación, y me pareció tan hermosa, sentí en ese momento una enorme paz, y por fin tras esa intensa luz vi el rostro mas hermoso que en mis largos años había contemplado. Una misteriosa sonrisa se dibujaba en aquel rostro y sus ojos permitían ver apenas una pequeña parte de su gran inmensidad. -¿Por qué estas triste Mar? Me dijo con una voz tan calida que casi en trance le respondí -me siento solo. -pero no estas solo Mar-respondió la voz con tanta paz. Y su sonrisa no dejaba de brillar. -No tengo a nadie con quien hablar y me he dado cuenta que a pesar de mi inmensidad me falta algo y no se que es. Apenas termine de decir esto cuando el planeta comenzó a girar mas rápido y los rayos del sol comenzaron a iluminar el cielo opacando la luz que emanaba de ese rostro, me pareció que uno de los rayos del sol alcanzo a tocar aquel hermoso rostro y provoco un gesto de dolor sobre el, entonces ese hermoso rostro se fue perdiendo tras unos edificios que había sobre la playa, pero antes de que se perdiera por completo, me dijo,-no estés triste Mar, no estas solo. -espera, por favor, espera, grite desesperado, mientras me acercaba rápidamente a la playa, pero un rompeolas del puerto me detuvo y no pude seguir hacia delante. Ese día la gente pensó que ya no quedaban peces dentro de mi pues sobre la arena había muy pocos en comparación de otros días.

No tenia ganas de estar contemplando ese día a las personas y preguntarme cual era el caso de estar solamente echados sobre la arena, así que me aleje hasta donde el ruido dejara de escucharse, mas allá de donde las gaviotas vuelan, una pregunta tenia hundida en mis profundidades ¿quien era ese ser tan hermoso?, me preguntaba una y otra vez?, ¿Quién era tan bello ser? Pase todo el día así completamente despistado, tan despistado que no note en que momento había dejado de sentirme triste, quizás las palabras de ese hermoso ser habían sacado a flote mi tristeza y se había evaporado junto con la espuma, no te puedo decir con certeza donde había quedado esa profunda tristeza que durante días había arrastrado sobre mis olas, no me di cuenta del paso del tiempo y casi no había sentido al planeta girar, no me percate de la oscuridad que poco a poco fue descubriendo el brillo de las estrellas, de repente, escuche, -hola Mar, veo que ya no estas tan triste esta noche. Al escuchar de nuevo esa voz algo en lo mas profundo de mi inmensidad dio un vuelco creando una enorme corriente que sacudió a todos los peces que estaban dentro de mi, un tiburón perdió a su comida, y una manta raya quedo al descubierto, las tortugas golpearon sus caparazones unos contra otros, y las anémonas terminaron con los brazos hechos nudos. - hola, respondí completamente seducido por aquel hermoso rostro, -¿Cómo estas Mar? ¿Aun te sientes solo?, pregunto mientras su luz penetraba por completo hasta lo mas profundo de mis aguas, y al hacerlo una sensación de calidez se despertaba dentro de mi aquietando las corrientes que la tristeza había dejado durante los últimos días. -¿Quién eres? Le pregunte, casi en tono de suplica pues a pesar de que solo una noche había visto ese rostro, la necesidad de saber mas de aquel hermoso rostro ya había inundado todo mi ser, -por favor dime quien eres, necesito saberlo, ¿no vez que con tu luz ya has iluminado todas mis profundas obscuridades? Por favor dime quien eres. Un silencio cubrió por completo el planeta, los faros dejaron de alumbrar, y los barcos de tocar sus silbatos, las campanas de las boyas dejaron de repicar, todo fue inmenso silencio, -Por favor dime quien eres. Volvía a decir rompiendo el silencio. -Mi querido Mar, ¿Por qué te sientes tan triste?¿Por qué te sientes tan solo? Siempre he estado junto a ti, soy quien altera tus aguas, y hago que crezcas por las noches, soy…. En ese momento al igual que la noche anterior el planeta comenzó a girar rápidamente y sin poder hacer nada vi como aquella hermosa figura se perdía tras los edificios, golpee una y otra vez el rompeolas tratando de tumbarlo, pero apenas y una pequeña parte de mi logro atravesar aquellas rocas, me invadió una enorme furia y comencé a levantar olas enormes, ese día no deje que nadie se metieran en mis aguas, agite la arena de las playas hasta que enturbie el blanco color que normalmente tienen, todos los barcos en el muelle quedaron arrinconados, las boyas en la orilla una encima de otra, entonces una carcajada, se escucho, -ja,ja,ja, ¿crees que algún día lograras alcanzarla? No pierdas tu tiempo Mar, ella nunca podrá pertenecerte. Levante la mirada para ver de donde venia la voz y ahí estaba en todo lo alto el Sol, envuelto por su corona de fuego, se agitaban sus rayos una y otra vez con cada carcajada, -ja,ja,ja, no puedo creer que con los años que tienes y te comportas como un niño haciendo berrinches aventando todo lo que se le pone enfrente, ¿y para que? ¿y por que? ¿y por quien? ¿crees que vale la pena tumbar esas rocas y cruzar la playa solo por ella? No sabes siquiera quien es y aun así mírate destruyendo todo solo por alcanzarla. Mar, me das pena, a tu edad y perdiendo la razón por una fantasía, una ilusión de un momento, mírate y dime ¿crees que vale la pena?

Sus burlas me enfurecieron aunque en sus palabras tenia razón, voltee a mirar la playa completamente destruida y mire a la gente que atemorizada se escondía en lo alto de los edificios, ahí encontré la mirada de una niña que con los ojos cubiertos de lagrimas abrazaba a su madre y decía - ¿Por qué esta enojado el Mar Mamá? -no lo se hija pero espero que se calme para que el bote de tu padre pueda regresar. Las lagrimas de la niña me sacaron de mi furia penetre en sus ojos y navegué dentro de sus recuerdos, pude ver a su padre despidiéndose de la niña mientras ella estaba recostada, sobre su cama, le decía que al regresar llegaría con el bote lleno de peces y que entonces por la tarde irían a comprar el caballito de madera que le había prometido para su cumpleaños y que cenarían pastel y podría invitar a sus amigas, la niña lo abrazaba y el hombre se desvivían en darle besos en la frente, volveré temprano mi princesa sirenita, volveré temprano y veras que será el cumpleaños mas feliz que hayas tenido. Al ver esto toda mi furia se desvaneció, voltee a ver los rostros asustados de las demás personas, y muchas de ellas estaban igual que aquella niña, llorando desconsoladas, sentí una enorme vergüenza y aun con el recuerdo de ese padre abrazando a su hija mientras le prometía que volvería, decidí marcharme de la playa, si la gente hubiera escuchado mi voz en ese momento, hubiera escuchado un “PERDONENME” mientras me retiraba note que ningún pez se puso en mi camino, nadie me volteaba a ver, la mayoría había decidió esconderse entre los corales que hay en el fondo, muchos ya en ruinas por mi coraje. No podía resarcir el daño que había causado, no podía hacer que escucharan mi voz y supieran que estaba de verdad arrepentido, no podía reparar los barcos, ni anclar las boyas en su lugar. Tan inmenso que me sentía y en ese momento no había nada que pudiera hacer para reparar todo el daño que había provocado, comencé a hundirme en la tristeza y la vergüenza, y en lo mas profundo y oscuro de mis aguas, un rayo de luz blanca hizo brillar un pedazo de coral, y escuche - puedes hacer algo mi querido Mar. En medio de esa profunda oscuridad apenas se alcanzaba a escuchar esa misteriosa voz que me tenia tan confundido, - aun puedes hacer algo mi querido Mar, encuentra al padre de la niña y regrésale la sonrisa, no dejes que el padre rompa su promesa, para que la niña siga creyendo en el, en ti, en la vida. Antes de que pudiera decir algo el rayo de luz se desvaneció y el coral dejo de brillar, me encontré de nuevo a obscuras en mis profundidades, quería descubrir quien era ese ser que inundaba por completo mis aguas, pero en ese momento era tanta la vergüenza que sentía y tantas las ganas de poder reparar el daño que mi furia había ocasionado que decidí salir a flote, ya en la superficie recorrí mis aguas de una costa a otra en busca de aquel bote y del padre de la niña, estaba decidido a encontrarlo y regresarlo a los brazos de su hija, no me importaba si me lo agradecerían o si eso era suficiente para purgar mi pena, muy lejos de aquella playa donde vi llorar a la niña encontré un bote flotando a la deriva bastante maltrecho, pues era demasiado viejo y frágil, de proa lanzada, el motor completamente arrancado de la popa, las amuras perforadas, imagino que por los golpes de mis olas, tan dañas que el manparo de colisión había quedado al descubierto, en el casco la quilla destruida incluso tenia una perforación que dejaba ver la base de las cuadernas. Y el timón había dejado de ser parte de aquel bote para formar parte de un grupo de corales en el fondo. recorrí la cubierta de aquel pequeño bote las grúas arrancadas de la cubierta con algunas redes enredadas entre sus oxidados tornillos y en la cabina tendido sobre los mandos el cuerpo de un hombre, sacudí un poco el bote para que aquel cuerpo cayera al piso, una vez que el cuerpo quedo boca arriba note que aun respiraba, era un hombre joven a pesar de tener una barba obscura y cerrada, su piel era la común entre los marineros, arrugada por el sol, sus manos encallecidas y toscas, llenas de las cicatrices que todos los marineros tienen sobre todo por el manejo de las redes de pesca. Su respiración era muy débil así que debía de moverme rápido si quería que aquel hombre regresara a cumplir su promesa, así que monte aquel pequeño bote sobre una ola y me dirigí a prisa hacia la playa donde una niña esperaba que su padre regresara, durante el viaje fui recogiendo peces entre mis corrientes para meterlos en las redes que aun quedaban colgando por estribor y a babor de aquel bote, de igual manera por una perforación que tenia el casco fui metiendo peces para llenar la bodega de aquel pequeño bote, por fin pude ver la playa, la gente cubriendo por completo la arena tratando de limpiar todo el desastre que horas antes mi furia había dejado, una vez mas me llene de vergüenza y me detuve antes de que alguien pudiera notar el bote flotando en el horizonte, ¿Cómo esperaba que pudieran disculparme después de tanto daño que les provoque? Pero el hombre que estaba dentro del bote entonces murmuro algo en su delirio - mi princesa, mi sirenita, no podré cumplirle, le he fallado, le he fallado. Sus palabras volvieron a sacudirme y remonte la ola con mas prisa, apenas la gente pudo ver la cabina del bote todos comenzaron a gritar un- ! un bote, un bote¡ muchos corrieron al agua y comenzaron a nadar hacia nosotros, las pocas lanchas que habían logrado poner a flote comenzaron a navegar también hacia nosotros, un barco de la guardia costera hizo sonar sus sirenas y giro a estribor para acercarse, en cuanto se colocaron en posición muchos hombres abordaron el bote, encontraron el cuerpo que estaba tendido sobre el piso de la cabina y después de revisarlo fue transportado hacia el barco de la guardia costera para ser atendido, ataron el bote al barco de la guardia y fue remolcado hasta los restos que quedaban del muelle ataron los cabos y en la orilla de aquel muelle estaba la niña y su madre, un oficial de la guardia costera las acompañaba, al voltear a ver el bote casi destruido, las lagrimas de la mujer rodaron por su rostro, y la niña comenzó a preguntar ¿y mi papá? ¿Dónde esta mi papá? Entonces la mujer volteo a la proa del barco de la guardia costera y sus ojos brillaron, coloco su brazo sobre la espalda de la niña que en ese momento tenia la cara envuelta en el vestido de su madre, la niña levanto la mirada hacia los ojos de su madre y al ver ese brillo en sus ojos volteo hacia el barco, el mismo brillo que tenían los ojos de su madre ahora inundaban los ojos de la niña, de la princesa sirenita. Sobre la cubierta del barco estaba aquel hombre de barba obscura y cerrada que al mirar a su mujer y a su hija dejo que se le llenaron los ojos de lagrimas, un medico de la guardia lo ayudo a bajar del barco en cuanto puso un pie sobre el muelle, la mujer y la niña corrieron hacia el. El hombre se inclino para levantar a su hija con un fuerte abrazo, con la pequeña en brazos y mientras la pequeña lo besaba y recorría su arrugada piel con sus manitas este no dejaba de llorar y de decirle -lo ves te dije que volvería, te dije que volvería princesa. Volteo a mirar a la mujer y estirando su brazo le ofreció su encallecida mano, la mujer lo sujeto y mirándolo sonreía, mientras en sus ojos aun salían lagrimas, la jalo hacia el y con un abrazo se fundieron los tres entre lagrimas. El hombre besaba sus frentes y decía, -las amo, las amo, después de un rato así entre lagrimas y besos el hombre bajo a la niña y le dijo, -quiero que me perdones por que no voy a poderte regalar nada hoy en tu cumpleaños, volteo a ver a la mujer y dijo- quiero que me perdonen las dos pues el bote quedo destruido y tendré que empezar de cero. Antes de que el hombre pudiera continuar se acerco uno de los guardias que había terminado de revisar el pequeño bote y le dijo, -pues es tu día de suerte Pedro, casi mueres en medio del océano y perdiste ese viejo bote. - el hombre volvió a verlo se acerco a el con la mirada enfurecida y tomándolo del hombro le dijo -mira en este momento no estoy para aguantar tus burlas ni las de nadie. - tranquilo Pedro no me estoy burlando, sabes que soy tu amigo, pero es que mira lograste sobrevivir y volver a ver a tu familia, además de que las redes y la bodega de tu bote vienen llenas de peces, -¿Qué dices? No puede ser antes de que me envolviera la tormenta no había pescado nada. -pues mira entonces que el Mar debe de quererte pues las redes están llenas al igual que la bodega, así que con lo que saques por la venta de tu carga podrás comprarte un nuevo bote. Entonces el hombre volteo a ver a su esposa y la niña dijo -lo ves mamá el mar no es tan malo. Me hubiera gustado poder decirle que tenia razón que no soy malo pero que en ese momento el enfado me inundo y perdí la razón, además de pedirle una disculpa a todos por los daños que había causado. Di media vuelta para retirarme cuando la pequeña voz de la niña me hizo voltear a aquel muelle -Gracias, Mar, gracias por devolverme a mi papá. No se si lo que hice por ese hombre pudo resarcir un poco del daño que había provocado, no se si las personas pudieran entenderme si les explicaba en ese momento lo que había pasado, pero aquel gracias de la niña me había devuelto la fe en las personas. Así que lo que quedaba del día decidí retirarme mar abierto, me sentía mas tranquilo respecto a la soledad que sentía pues esa pequeña niña había logrado reconfortar mi alma con sus palabras y aquella sonrisa que me regalo antes de que la perdiera de vista y es que debes de saber que una sonrisa tiene un poder tan fuerte que puede lograr que una espada se doble, o que una entidad tan vieja como yo recupere la fe en los hombres. Total que ya bastante lejos de aquel pequeño muelle seguía dentro de mi la curiosidad de saber quien era ese ser tan bello que me había incitado a buscar a aquel hombre, y que me tenia inundado por completo. Llego la noche y con la oscuridad apareció esa hermosa luz. -hola Mar, vi. lo que hiciste el día de hoy, y me siento hoy mas que antes orgullosa de ti. -¿orgullosa? ¿de haberme dejado llevar por mi coraje y provocar tanto daño y miedo?, - salvaste una vida Mar, le regresaste la sonrisa a esa niña, ayudaste a cumplir una promesa, y no dejaste que se perdiera la fe, ¿crees que eso es poco?

-pero provoque mucho daño, lastime a muchas criaturas, sembré miedo en los ojos de todos, no quiero que me teman, si ahora me siento con pocos amigos imagina si me temen no tendré ninguno. -mi querido Mar, debes de tener fe en la gente, debes de tener fe en el perdón, debes de entender que cuando amamos a alguien y este comete un error, si somos inteligentes no volteamos a ver ese error, volteamos a ver todo lo bueno que ha tenido ese ser y por todo eso lo mantenemos a nuestro lado, haciendo a un lado su falla, así que no te preocupes, las personas sabrán voltear a ver todo lo bueno que les has dado y sabrán perdonarte. -pero ¿si no es así? -así será mi querido Mar, así será. Me quede contemplando ese hermoso rostro, la tranquilidad de su voz y la seguridad con la que me reconfortaban sus palabras. -¿Quién eres? Le pregunte. -mi querido Mar, antes de responderte debo pedirte algo. -dime por favor, cualquier cosa que quieras de mi te la daré. -gracias Mar, pero no quiero pedirte nada material, en realidad lo que te quiero pedir es para los dos. -¿para nosotros dos? -así es Mar, veras cuando las inmensidades fuimos creadas, fuimos hechas para no relacionarnos entre nosotros, trabajamos en conjunto pero nada mas que eso. Pero hace mucho tiempo y a causa de convivir tanto con las criaturas de este planeta, comenzaron ha crecer dentro de nosotros sentimientos, los mismos de los que fueron dotadas todas las criaturas, al igual que ellos tenemos que aprender a manejarlos, pues cada uno de los sentimientos rebasa por completo lo que físicamente somos, tu por ejemplo mi querido Mar has comenzado a descubrir la tristeza, el enfado, la vergüenza, el miedo al rechazo, la compasión, y el sentimiento mas grande que cualquier criatura puede llegar a sentir y que es la razón de nuestra existencia, el AMOR. Para poder mostrarte todo es necesario que hagas algo, veras el Sol por ser el astro rey últimamente se ha dejado envolver por la arrogancia y ha comenzado a estar celoso de ti, es por eso que cada vez que nos hemos encontrado hace que la tierra gire mas rápido para que tu y yo no podamos encontrarnos, pero veras, como todas las inmensidades tu poder es igual de grande y puedes evitar que el planeta gire tan aprisa, lo único que tienes que hacer es mover las corrientes en lo mas profundo de tus aguas, comienza a balancearlas de un lado a otro. En cuanto dijo esto comenzó nuevamente al planeta a girar. -¡dime rápido que debo hacer!, le grite a a aquel hermoso rostro. -Mece tus corrientes, como si mecieras un barquito, hazlo una y otra vez, cada vez con mas fuerza. Me sumergí profundamente hasta lo mas oscuro de mis aguas y comencé a mecer mis corrientes una y otra vez, de un lado a otro, cada vez con mas fuerza, podía sentir claramente como el planeta giraba, cada vez mas rápido, al igual que tu hace un momento cuando luchabas por salir a flote, comencé a desesperarme, pero la voz desde la superficie gritaba, -no te rindas Mar, lucha, lucha con todas tus fuerza para que pueda enseñarte que es el amor, lucha para que pueda mostrarte mi amor. Así que hice a un lado mi desesperación y seguí moviendo mis corrientes, de un lado a otro, cada vez con mas fuerza, cada vez con mas ganas, cada vez con mas y mas amor. Entonces pude sentirlo, el planeta se había detenido. -sigue así Mar, sigue así, ya has logrado detener el planeta pero aun veo los rayos del sol, no te detengas Mar, no te detengas. Así que volví a tomar impulso y seguí meciendo mis aguas esta vez sorprendido de lo que había logrado, poco a poco pude sentir como el planeta comenzaba a girar pero en dirección opuesta a como siempre suele girar. - solo un poco mas Mar, solo un poco mas. Dijo la voz mientras seguía moviéndome de un lado a otro, por fin logre que se estabilizara el movimiento del planeta, y solo deje una pequeña corriente, balanceándose en el fondo, salí a flote y mire aquel hermoso rostro sonriéndome. Su sonrisa era tan encantadora que no pude hacer mas que levantar una enorme ola de espuma, quizás para mostrarle lo alegre que me sentía. -lo ves Mar, luchar por conseguir aquello que amamos vale la pena, luchar en contra de todo y de todos por estar al lado del ser que amamos vale la pena, y no es imposible nada para encontrar el amor. Ahora que tenemos un poco mas de tiempo mi querido Mar ¿quieres que te enseñe que es el amor? En ese momento una ola de emociones desconocidas me envolvía, no podría explicarte ese sentimiento de alegría en el que me encontraba sumergido, si alguna vez has estado enamorado entonces sabrás que no existe una sola palabra que pueda describir con exactitud que es lo que uno siente en el alma una vez que ha encontrado el amor, pero antes de que pudiera poner en orden mis pensamientos y de que pudiera decir algo a ese hermoso ser, comenzó a elevarse, al ver esto me pareció que quizás era tan solo un efecto colateral por haber puesto a girar al planeta en sentido contrario, pero antes de que pudiera hacer algo ese hermoso ser se desplomo sobre mi horizonte sumergiéndose en mis aguas, entrando en ellas de manera inmediata, provocando una enorme onda de choque sobre mi superficie, salpicando espuma hasta el cielo, tan alto que muchas estrellas quedaron empapadas, sentí a aquel hermoso ser sumergiéndose lentamente dentro de mi, su luz parecía haber bajado de intensidad y muchos peces se acercaron a ella, rozándole el rostro una y otra vez, comencé a acercarme hacia ella mientras descendía lentamente iluminando con esa escasa luz mis profundidades, pero a poca distancia de ella, abrió los ojos y sentí su mirada penetrando cada rincón dentro de mis aguas, me quede inmóvil, entonces una enorme explosión de luz blanca salio de sus ojos, inundando por completo todo mi ser, cegado por aquella luz apenas pude distinguir como esa luz blanca inundaba todo ese hermoso rostro, trate de acercarme a ella, pero la explosión de luz había generado unas enormes ondas que me hacían casi imposible acercarme hasta ella, pero recordé sus palabras “luchar por aquello que amamos” así que tome fuerza y remonte hacia ella en una enorme corriente, poco a poco pude abrirme paso entre las ondas de aquella explosión hasta que por fin pude sentir su hermoso rostro la acaricie suavemente y al sentir mis aguas sonrió entonces acrecenté la fuerza de la corriente y la envolví por completo en un paño de espuma, aun envueltos los dos entre esa espuma, la luz que emanaba de ella era tan fuerte que todo mi ser estaba iluminado, de repente mis aguas comenzaron a inundarse de imágenes, miles de imágenes, millones, tantas como granos de arena sobre una playa, tantas como las estrellas que había en el cielo, entonces la voz dijo, -mi amado Mar no puedo explicarte con palabras que es el amor, pues no existe palabra alguna que alcance a describirlo, pero puedo mostrarte que hacen las criaturas por amor, que hacen con amor, que hacen del amor, y dejar que el amor se revele dentro de ti y descubras que existe dentro de ti, y esperar a que después de saber esto el amor que encuentres dentro de ti sea para mi, sea por mi. Entonces cada una de esas imágenes se volvieron mas fuertes, y vi, como aman las criaturas, vi la alegría en sus ojos, vi ese brillo en sus miradas el mismo brillo que hace unos días había descubierto en la pareja de amantes, vi la plenitud de sus vidas en el momento que el amor les era revelado, vi también el dolor que deja la ausencia de ese amor, vi el llanto al momento de despedirse de quien se ama, vi el vacío que queda cuando ese amor moría, por descuido o por el paso del tiempo, o por que el ser amado había dejado de existir en cuerpo físico. Vi también todo lo que el ser humano crea por amor, vi ciudades levantarse, vi su obra en la que hablaba del amor, vi tanto y todo parecía tan contradictorio, pues había dolor, enfado, llanto, y también risas, besos, caricias, perdón, plenitud, un solo sentimiento lleno de todo y de todos, mas fuerte que el sol, mas fuerte que la tierra, mas fuerte que yo, capaz de crear, usado como pretexto para destruir, pero al final volvía a ser la razón y la raíz de toda la vida que existía dentro de todos los seres, dentro de todo el universo. Vi tanto y aun así ahora que descubrí el amor puedo de decirte que lo que vi fue tan poco. En ese momento poco a poco fui comprendiendo que es lo que había estado sintiendo días atrás, comprendí por que me sentía solo, por que el brillo en los ojos de aquellos amantes, entendí por que el coraje con el que arremetí en contra de los rompeolas, comprendí el llanto de la niña y el dolor de su padre al creer que ya no volvería a ver a su princesa sirena, el llanto de alegría que su mujer soltó cuando lo vio sobre la cubierta de aquel barco de la guardia costera, entendí por que ese ser tan hermoso me tenia tan pero tan fascinado, entendí que el amor que despertaba en mis aguas estaba dirigido hacia ella, y para ella, poco a poco, fuimos saliendo a flote aun envueltos en aquel paño de espuma, solo que en ese momento ya éramos un solo ser, ella y yo, salimos a la superficie y poco a poco la espuma fue escurriendo por su rostro, inevitablemente y sin que ninguno de los dos pudiéramos hacer algo, lo único que pude hacer era dejarle un poco de mis mares sobre ella y ella un poco de sus arenas dentro de mi, la vi levantarse sobre mi sonriendo y ahora la veía mas bella que antes, comenzó el mundo a girar de nuevo pero esta vez ya no tenia ninguna preocupación pues ahora sabia que la volvería a ver pues ante nuestro amor ya no me parecía que existieran imposibles, así que los dos dejamos que el mundo girara, yo sabiendo que la amaba y ella sabiendo en ese momento que era correspondida, pero faltaba algo y mira que puede que te parezca ridículo pero a pesar de todo lo que existía entre nosotros dos aun no sabia como nombrarla, entonces antes de que se perdiera tras los edificios escuche -soy la Luna mi amado Mar, soy tu Luna. así que me quede sobre la playa, repitiendo una y otra vez su nombre con el sonido de mis olas, Luuuuna, Lunaaaaa, mi Luna. Voltee hacia la playa y vi a un par de niños correr sobre la arena dirigiéndose a la orilla a toda prisa riendo y gritando, me acerque tímidamente pues después de lo que había hecho el día anterior no sabia como reaccionaria la gente los niños se acercaban y en cuanto yo me acercaba a ellos corrían y gritaban, así como tu lo hacías, entonces sus risas y sus ganas de jugar conmigo me hicieron saber que había sido perdonado, poco a poco llego mas gente y las playas se fueron llenando como de costumbre, los barcos salían a sus recorridos y los pescadores tiraban sus redes dentro de mi, todo parecía tan normal, sin embargo ese día todo lo que veía me parecía mas hermoso, esa sensación que te llena el alma y hace que sin importar lo simples que se vean las cosas todo te parece un descubrimiento maravilloso, y te sientes feliz y es tan grande el sentimiento que recuerdo que aquel día todos reían si importar por que. Pero como te dije solo si has sentido el amor podrás entenderme, deseo que así sea, se que lo anhelas pues en tu trabajo he visto ese sentimiento y si te traje hasta aquí para contarte esta historia es para que sepas que has estado mas cerca del amor de lo que te imaginas, pues tuviste a bien darte cuenta de que la Luna y yo somos amantes, somos dos inmensidades envueltos por una inmensidad única, y mayor a todas las inmensidades, EL AMOR.

Así que ahora ya sabes que te considero mi amigo, ahora sabes como puedes hacer para regresar hasta aquí cada vez que quieras, pues en esta agua siempre te estará esperando un amigo, pero sobre todo ahora sabes como nació ese amor que tantas veces has pintado, y espero que encuentres a mas personas que al igual que tu me quieran considerar como su amigo, cuéntales lo que te he contado, enséñales el secreto que te he compartido así cada vez mas y mas gente podrá venir a verme envueltos en una brisa, y sabrán que el Mar esta enamorado, y sabrán que el Mar tiene mucho que contarles, y que a pesar de lo lejos que estén los traeré de regreso a mis aguas. Apenas termine de escuchar esto cuando un rugido volvió a escucharse, entonces antes de que pudiera girar hacia donde escuchaba ese rugido una corriente me jalo sumergiéndome por completo me hizo girar dentro del Mar, y de repente fui sacado a flote envuelto en una espuma espesa pero ligera cada vez gire mas rápido sobre la superficie de aquellas obscuras aguas, y sentí como debajo de mis pies un pequeño chorro de agua comenzaba a levantarme, mas y mas alto, cada vez mas, tan alto que tuve a la Luna frente a mi, estire la mano para acariciarla y la Luna me regalo una sonrisa, y un destello de luz blanca me obligo a cerrar mis ojos, de momento deje de sentir aquel chorro de agua que me sostenía y deje de sentir la espuma envolviéndome, y sentí como iba cayendo rápidamente, trate de abrir los ojos pero era tan fuerte la luz que no pude, agite los brazos de desesperación y entonces un fuerte golpe bajo mi espalda, abrí los ojos y aunque estaba aun deslumbrado por la luz fui distinguiendo poco a poco los objetos que me rodeaban, pude ver ya con claridad mis pinturas colgadas sobre los muros, muros salpicados de color y sobre los que había pintado hasta el ultimo rincón con diferentes figuras, no había duda alguna estaba sobre el piso de mi habitación, abrí bien los ojos y pensé en lo que había pasado, seguramente me había quedado dormido y todo aquello había sido un sueño, me quede recostado un rato si tomar mucha atención en los detalles de aquella habitación, solo pensaba que había tenido un extraño pero maravilloso sueño, ya después de un rato decidí levantarme, así que me enderece y me puse de pie, pero algo llamo mi atención de inmediato, estaba descalzo y con los pies cubiertos de arena blanca, toque mis ropas y estaban mojadas, al igual que mi cabellos, y en mis labios tenia ese sabor salado que tiene el agua de Mar, entonces me di cuenta de que no había sido un sueño.

Así que después de algún tiempo aquí me tienen escribiendo la historia de amor de dos profundas inmensidades, y compartiéndoles el secreto que el Mar me revelo, así que si algún día van a visitarlo ya saben salúdenlo, jueguen un rato con el, y antes de marcharse y decirle “hasta pronto amigo” háganle una pregunta y esperen pues sin importar donde se encuentren el Mar los encontrara y envolviéndolos en una brisa los llevara de regreso hasta el, para responderles y contarles alguno de sus secretos. Yo por mi parte les puedo decir que le agradezco al Mar por considerarme su amigo, y le agradezco a la ex-desconocida Brenda por dejarme conocer su amor al Mar, e incitarme en un chat a escribir esta historia, para que sepa como volver al Mar y convertirse en sirena.






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