LO QUE SOY

Puedes ver mis manchas en

febrero 27, 2010

A PESAR DE QUE NO LLEGUES

¿Te das cuenta de que no hay quien te piense más que yo?

Supongo que es normal, pues nadie que te conozca te espera tanto como yo que no te conozco, que no te sé, que no te encuentro, que no te veo más que en los desvaríos nocturnos que me acompañan con el frio del medio día.

Y sin embargo caminas a mi lado cuando por las mañanas cruzo la Alameda que ahora es un templo mundano rodeado por divinas Magnolias, y estas a mi lado cuando el ansia por un café es despertada por el aroma de aquella esquina donde mis cigarros ya no son bienvenidos, y nos sentamos en la mesa de afuera a mirar como el sol se arrastra por la banqueta mientras pide permiso para tocar tus pies, y antes de rozarte pido la cuenta y seguimos entre pasos, pasos de solo un par de pies.

Y caminas y camino y te tomo la mano y te digo que hasta las coladeras se ven diferentes cuando estoy a tu lado y no huelen tan mal, y se hace silencio el ruido de las marchas y del trafico, y del vendedor de tamales que con su bocina pone a aullar a los perros que se avientan contra los portones de las casas, pero solo está tu voz cuando camino a tu lado, y las canciones que con mis audífonos me van haciendo pensar en ti, y estas aunque no estés y sin escucharte me pongo a pensar en tu voz, tu voz que me acompaña tanto como tu mano y tu risa que nace por mis boberías y que me encanta despertar, y pienso entonces que debería de cambiar de profesión y ponerme una nariz roja y maquillaje en el rostro, y quedarme sentado en el cajón que está al lado de tu cabecera para que lo primero que hagas al despertar sea reír, en lugar de quejarte por el sonido del despertador, y odio tu despertador.

Aunque no tanto como tu anorexia de closet que te hace no desayunar ni siquiera un café y con el pretexto de que se ha hecho tarde disimulas que te acompleja tu cintura y te trauman tus muslos, a mi me gustan ¿sabes? Y entonces pienso que si supiera donde trabajas iría a llevarte algo de desayunar, aunque si supiera donde vives te llevaría el desayuno a la cama, pero me conformo con disfrazarme de repartidor y burlar la vigilancia de la entrada para dejarte un desayuno ligero, tan ligero como los suspiros que das mientras pasas el día en la oficina recordando que alguna vez hace poco o hace años alguien te abrazaba.

Y de regreso a casa voy mirando los relojes que se cruzan en mi camino, y pienso que es tarde y tu aun estarás entre papeles, entre tramites, entre recibos y sellos de pagos, y me preocupa que se haya juntado el trabajo pendiente y que los números no salgan y tampoco te dejen salir a ti a comer, así que al llegar a casa solidariamente decido no comer y me pongo a imaginarte entre canciones cursis.

Poco a poco avanza la tarde y desde mi ventana se ve que la Luna ha despertado, entonces salgo a la tienda a comprar un chocolate para que de madrugada me mantengan la glucosa nivelada y como siempre termino comprando dos y me doy cuenta de que hace mucho viento y pienso si traerás abrigo, o al menos un suéter que te haga llegar a casa sin estar mormada, y odio entonces a tus tacones que seguramente a esa hora ya te tienen los pies hinchados y amenazando con sacarte callos, y entonces quisiera estar caminando junto a ti y llegar juntos a casa para que mientras te cambias los tacones por tus tenis te prepare algo de comer para combatir tu anorexia de closet, y prepararte un baño y esconder tu portafolios lleno de papeles y cuentas y clips.

Dan las diez de la noche y comienza mi día para mi, pues como cada madrugada me siento a pintarte mientras le cuento a la Luna historias para que las deje sobre tu almohada y te hagan soñar, y me gusta tenerte aquí mientras te pinto, mientras te sigo pensando como nadie que te conozca te piensa, y te imagino cercando la cama de un lado a otro, distrayéndote de soñar con los pendientes de la oficina, entonces me acerco con un beso que dejo en tu frente y te quito esos pendientes para ponerlos debajo de tu cama junto con los tacones del día siguiente, y te preparo la ropa que has de vestir, y te hablo bajito para no despertarte, y te miro soñando mientras doy una pincelada, o dos, y sorbos al café y me como un chocolate.

Así pasamos toda la semana, tú haciéndola de ti, y yo haciendo el papel de quien te piensa mas sin haberte conocido aun, y te sueño, y te imagino, y te acompaño entre tu cotidianidad, y me acompañas entre mis desvaríos, y llegamos al fin de semana que dedico completamente a ti, y me encierro y me pongo a pintarte sin preocuparme por con quien estés, pues después de lo agitada de la semana mereces estar con alguien que te haga olvidar todo ese tedio de la semana, mientras paso dos días a tu lado entre pinceladas y esta necedad de seguir siendo quien más te piense, quien más te extrañe, quien menos sabe de ti, quien entre suspiros y desvaríos pasa la semana preocupándose por ti.

febrero 26, 2010

SILENCIO

...

Algunas veces es mejor quedarse en silencio

No decir nada

Paralizarse hasta los cabellos

Inmovilizarse hasta el alma

Algunas veces es mejor quedarse escondido

Agazapado

Atrincherado

Guardar distancia entre uno y los oídos de los demás

Esconder las jeringas bajo la cama

Cerrar las persianas

Tapar los espejos y tapiar las puertas

Quedarse encerrado

Aislado

Algunas veces es mejor el color pálido de la piel tras días sin salir a la calle

Desteñirse las pestañas

Secarse la sal sobre las yagas

Cerrar los ojos para dejar de soñar

Esconderse bajo las sabanas en lo más profundo del colchón

Sacar a orear la vergüenza que se enmoheció dentro del closet

Exprimir las ganas en el lavabo hasta que caiga dentro de la coladera la última gota

Algunas veces es mejor quedarse quieto

No respirar

No parpadear

No dejar que le vean

Que nadie escuche

Que nadie vea

Que nadie sienta

Quedarse en silencio

Quedarse en coma

Quieto

Paralizado

Algunas veces es mejor quedarse en absoluto silencio

Sobre todo cuando solo se saben decir cuatro letras

...

febrero 25, 2010

CUANDO TE CONOCI

Cuando te conocí, aun recuerdo que no quería conocerte, que me dabas miedo, que me intimidabas.

Cuando te conocí, aun recuerdo que traías recogido el cabello con sueños y fantasías.

Cuando te conocí aun te brillaban los ojos negros llenos de magia y esperanza, y los dos no éramos tan distintos.

Cuando te conocí, recuerdo que te dije que yo no era lo que tú buscabas.

Cuando te conocí me pareciste tanto a algo que había perdido.

Cuando te conocí recuerdo que volábamos sobre mi cama y dentro de mi habitación y en la tuya y en tu sala y la cocina y en cualquier lugar donde el deseo dormido entre tus muslos despertara.

Cuando te conocí traías el cabello corto y usabas jeans, caminábamos por las calles encontrado los refugios donde me escondía.

Cuando te conocí eras princesa deseando ser solo mujer y yo deseando solo ser,

lo que quisieras que fuera,

un niño,

un mago

y hasta algunas veces

un hombre.

Cuando te conocí me llenaste de inspiración, me hacías olvidar el cansancio que quedaba después de horas de vuelo,

para pintarte,

para levantarte entre mis muros una y otra vez,

mientras tus muslos compraban otro boleto a mi nombre y avisabas que era hora de partir así que había que abordar, que abordarte.

Cuando te conocí, recuerdo, recuerdo que tuve que ser alquimista y hacerte un espejo mágico para que al mirarte descubrieras lo hermosa que eras,

y que lo creyeras

y que nunca lo olvidaras.

Cuando te conocí me llenaste las pupilas de colores y formas,

de texturas y de un futuro al lado tuyo.

Cuando te conocí un poco más, fuiste vaciando mis pupilas

y mi alma

y mi cama

y mis muros.

Cuando te conocí otro poco, fueron despertando tus muslos por alguien más, mientras me quedaba en silencio escuchándote decirlo.

Cuando te conocí mejor,

ya no brillaban con ilusión tus pupilas,

ya la magia se había escapado y la realidad te visitaba una y otra vez,

dejaste de creer en cuentos y en mí,

dejaste de volar a mi lado,

dejaste de querer ser princesa

y musa

y futuro.

Cuando te conocí,

cuando te conocí me di cuenta de que no te conocía,

y aunque el recuerdo de todo aquello que vi en ti aun esta dentro de mí,

hoy que se

que no te conocí,

se también que nada de eso conocí en ti.

febrero 22, 2010

DEL MIEDO A NO VERTE

De todas las variables que analice para cambiar mi vida fuiste tú la única que no tenía contemplada

Y es que jamás considere encontrarte, así que fue más fácil resignarme e ignorar esa variable que resultaste ser y que altero todos mis resultados

Y es ahora que me encuentro y te encuentro

Y que aun a pesar de tus ausencias me acompañas y me alegras las tardes y las mañanas e iluminas mis noches, mis desvelos los cubres tus sueños, y esos soniditos que endulzan tu almohada dejando ecos en mis ojeras

Y me alienta tu encuentro a crecer,

y tus sonrisas a querer ser mejor persona, mejor amigo, mejor amante,

mejor cómplice de aventuras y desventuras,

de carcajadas en mitad de la avenida,

de lagrimas bajo la lluvia atrincherados en el portal de aquella capilla en medio del parque,

de manos frías que tímidas van recorriendo tu cintura, tu espalda, y se enredan en tu cabello mientras los besos nos descubren como nuevas víctimas de las flechas indiscriminadas de un niño que no entiende el poder de su arma

y me despiertas las ganas tuyas, y las ansias de encontrarte en otra se exilian de mis ojos, y son tus ojos donde encuentro lo que quiero, lo que espere sin considerar encontrar, y tus latidos el amor que te enciendo y que iluminan este andar entre tambaleos y miedos y esa incertidumbre de no saber que pasara mañana, pero que en calma afrontamos tomados de las manos

y deja de preocuparnos el mañana y deja de pesarnos el ayer, y hoy es un beso, y hoy es un te amo, y hoy es un -quédate esta noche, -amanece conmigo para que el mañana nos encuentre juntos, y hoy es saber que pase lo que pase mañana pasara en ti y en mi y sonrío y sonríes

y hoy el único miedo es que no llegues

que no seas tú de nuevo

que no sea yo quien logra sacarte del tedio

y te despierte todas esas ilusiones que se anidan en tus sonrisa

y de todas las variables que hay en mi vida

tú eres la única que simplemente no puedo predecir

y de nuevo caigo en la incertidumbre

y de nuevo me sacude el miedo

y de nuevo

de nuevo basta una variable para mirar todo diferente y cambiar mi razonamiento lógico por una esperanza irracional de que seas tú

y que llegues con tu nombre

y que llegues con tus ojos

y que llegues con esa sonrisa que no conozco pero que alteran los resultados de mis tristes días para devolverme a esta espera de ti

LLEGUES O NO LLEGUES

Es raro esto de tenerte aquí aunque no estés

Y encontrarte cada vez que miro a la ventana, y sorprendiéndome cuando como idiota me miran las personas caminando en la calle con una sonrisa, sin que ellos sepan que la sonrisa me la hace brotar tu recuerdo, o más bien esa sensación de inventarme los recuerdos que no vivo a tu lado, y entonces paseo de un lugar a otro y dentro de mi cabeza voy imaginando lo que te diría, lo que tú me enseñarías de ti, o de cómo ven tus ojos este mundo, esta ciudad, este loco que soy yo cuando camino a tu lado, aunque no estés.

Y no tengo ni idea de cómo sonrías, pero me gusta que mis tonterías te dibujen cascabeles en los labios.

Y no sé cómo es tu voz, pero me gusta que mis cursilerías te despierten suspiros dentro tu pecho.

Y no imagino el color de tu cabello, pero me gusta que te sientas bonita aunque el viento te despeine.

Y no recuerdo el color de tu piel, pero me gusta que te sonrojes cuando te miro a los ojos y te digo te amo.

Y no conozco la pasión que hay dentro de ti, pero me gusta que tu ternura cierre tus ojos cuando te beso.

Y no he visto como el enfado o el tedio desgastan tus entusiasmos, pero me gusta que sean mis brazos donde encuentres refugio y calma y que te sientas segura,

pero sobre todo que sea yo con quien te sepas amada.

Llegues o no llegues, aquí estará mi corazón esperándote...

febrero 20, 2010

ESTAS

Hay muchas maneras de reinventarse a cada momento, hay muchas maneras de volver a abrir los ojos y entre parpadeos y parpadeos renacer y sentir de nuevo la luz golpeando las retinas por primera vez, hay muchas maneras de volver a sentir de nuevo el frio que deja tu ausencia y en lugar de entristecerse por la falta de ti, he preferido alegrarme por tener una razón nueva para extrañarte, para pensarte, para imaginarte.

Porque aunque no estés aquí,

estás.

Estás cada vez que me pierdo en las calles de mi ciudad y te encuentro en algún detalle que me hace sonreír. Y me acompañas cuando el viento deshoja los arboles mientras paso debajo de esa lluvia de gotas rojas y naranjas y amarillas, y estas cuando me siento en una banca y el frio de la tarde roza mis dedos que torpemente se aferran a la pluma que bailando deja letras sobre mi cuaderno que al final solo dicen que te amo.

Estás cuando de madrugada camino por la azotea alejando mi mirada de las estrellas que hay al nivel del asfalto y busco entre las que cuelgan del cielo una que tenga tu nombre, ese que aun no conozco, pero que repito cada vez que digo te amo.

Estás cuando la Luna sonríe, cuando regordeta me regala tus ojos, esos que aun no me cuentan cómo ves el cielo y que encuentras detrás de los míos.

Estás simplemente porque estoy yo allí, sin que lo sepas, sin que te enteres.

Estoy cuando una canción cursi te deja la sensación de que te faltan aun muchas sonrisas por dibujar en tu rostro, cuando una frase en un libro te deja con ganas de llorar mas, cuando el beso que viste en la pantalla te hace humedecer tus labios mientras nadie te mira,

estoy, soy, estaré cuando al caminar por la calle una tarde de regreso a casa tengas frio en tus dedos y descubras que olvidaste tus guantes, y tengas entonces ganas de caminar sin estar tan sola, tan lejos.

Estás porque te he pensado tanto,

te he esperado tanto,

te he soñado tanto,

que se que no podrías no estar,

incluso esta ausencia tuya eres tú,

y estás,

estás ahora ausente tan solo para que a tu llegada sea más la emoción por haberte encontrado

y reconocerte

y estar

y estás

DE DISTANCIAS




Lo que nos aleja no son las distancias, son los silencios,

De nada sirve estar cerca o estar a kilómetros de tu mirada,

si es lo que callamos aquello que nos separa.

Tenerte en silencio,

es tenerte sin que estés,

pues es el nombre de quien callas con quien estas,

callarme mientras te miro es no ver nada,

pues decirte lo que siento es decir hoja y que salga de mi boca una piedra,

es decir viento y que caiga a plomos el sol del desierto,

es decir te amo y que ya no sonrías.

Son los silencios los que nos desmoronan,

los que te hacen retroceder

y a mi avanzar al camino que ya recorrí,

que no abandono,

que es mío porque tiene mis pasos anidados en el eco de mis huellas.

Son los silencios,

los desgastados silencios,

los incómodos silencios,

los que aparecieron sin darnos cuenta,

pues estábamos tan acostumbrados a decirnos todo sin decir una letra,

y te miraba y entendías que te extrañaba,

y te tomaba la mano y sabía que tenías miedo,

y te abrazaba y sabíamos que todo estaría bien,

todo en silencio,

sin palabras,

sin más dialogo que el que entre los dos inventamos con miradas,

con tactos,

con humedades,

con sonrisas,

la tuya más sonora que la mía,

la tuya más radiante que la mía,

la tuya mas amada que ninguna.

Pero en silencio nos quedamos,

en silencio nos perdemos,

en silencio decimos adiós,

mientras rasgando la distancia entre tú y yo,

moribundo suena el eco de nuestro amor.




febrero 19, 2010

LA PRIMERA VEZ

¿Cuándo sentiste frio por primera vez?

¿Recuerdas tu primer chocolate?

¿Recuerdas tu primera taza de café?

¿Recuerdas el primer día que sentiste esa aceitosa pastita de colores entre tus dedos?

¿Recuerdas la primera vez que bostezaste?

¿Recuerdas la primera vez que sonreíste?

¿Recuerdas tu primer sueño?

¿Recuerdas tu primera pesadilla?

¿Recuerdas el primer arcoíris que te estrello colores en las pupilas?

¿Recuerdas la primera vez que sentiste miedo?

¿Recuerdas la primera vez que fuiste valiente y te negaste a dejar de soñar?

¿Recuerdas la primera vez que un colibrí te hizo estornudar haciéndote cosquillas en la nariz con sus alas?

¿Recuerdas la primera vez que le quisiste tomar la mano a alguien, y la primera vez que alguien te tomo la mano?

¿Recuerdas como fue abrazar a alguien que sin conocer esperabas que llegara en una estación de tren?

¿Recuerdas como fue sonreír mientras la vida te enseñaba que cada sueño por pequeño o grande que fuera se podía hacer realidad?

¿Recuerdas, recuerdas, recuerdas cuándo fue la primera vez que te enamoraste?

¿Recuerdas tu primer beso?

¿Recuerdas tu primer amor?

Pues quizás no recuerde el día o la hora, quizás ni recuerde el numero de tazas que tome hace una hora, ni el número de bostezos que doy a diario, ni el número de veces que termino embarrándome las manos con óleos. Quizás no recuerde bien si sentí frio en los dedos por que olvide mis guantes u olvide mis guantes porque quería tener frio en mis dedos, quizás no recuerde que es lo que me da miedo y tenga que soñar más cosas a que tenerles miedo, quizás no recuerde los andenes, ni los tickets de autobús porque no tengo ni idea de cuantos kilómetros tiene que recorrer un latido para hacer sentir a alguien querido, ¿los sentimientos tienes pies? ¿Cuántos paso necesito dar para que sepas que te quiero? No se siquiera si recuerdo la hora exacta en que te pensé por primera vez, y sonreí por primera vez, y te ame por primera vez, y deje que me sorprendieras por primera vez, así como hiciste hace un rato cuando te bese por primera vez.

Lo que sí recuerdo es la primera vez que fui feliz, y fue exactamente hace cinco minutos que te desperté con un beso por primera vez.

febrero 14, 2010

CUANDO DIJE TE AMO

...



Cuando dije que te amaba era cierto,


Era decirte que no me importaban las distancias, que no me preocupaba por las ausencias, que no me colapsaban estas fronteras de kilómetros o de pasos entre mis latidos por ti y el eco de mi nombre retumbando dentro de ti



Cuando te dije que te amaba era verdad


Era decirte que no tenía miedo de mostrarme y que me vieras como soy, hablarte de mis defectos, de los pasados que pesan, de las heridas que dolieron, y de esas huellas cicatrizadas que al reconocerte fui borrando



Cuando te dije te amo lo dije con todas las letras que encontré


Y te lo dije entre buenos días, entre esa pregunta necia de todos los días para saber si habías comido ya, era decírtelo cuando te pedía que te abrigaras, que descansaras un poco de los libros y oficinas, era decírtelo cuando llegaba la noche y te pedía que durmieras y que no olvidaras soñar



Cuando dije que te amaba era con todas mis ganas


Porque en ti encontraba ganas de recordar a que saben los besos, y el calor de un abrazo, y saber que no estaba en coma, y que seguía latiendo, y que tenía hasta ganas de que tuvieras ganas de despertar una mañana a mi lado, o todas las mañanas.



Cuando dije te amo lo dije con una esperanza


Con la esperanza de que me escucharas, con la esperanza de que lo sintieras, con la esperanza de que me amaras aunque fuera un poquito, aunque fuera de forma distinta a como te lo decía, a como yo lo sentía para ti, pero que me amaras, te dije te amo con la esperanza de que un día tu voz repitiera mi nombre y me dijera al menos lo mismo.





Cuando dije te amo…

Me confundí

y te confundí

y me confundió mas el escucharte decir –te quiero

cuando dije te amo, entendí que no sabía hablarte y que ahora era mejor no decirte nada y quedarme en silencio, no porque ya no quiera decirte que te amo, más bien para no tener que escucharte decir que simplemente me quieres


...