LO QUE SOY

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noviembre 04, 2013

PROCESO DE ÍCARO









“…y pues solo era eso, un nomo.
Y eso de nomo es una historia larga, o mas bien, el resultado de un trauma repetido muchas veces, que termino por volverse algo bueno, algo que me gusto, porque me daba la libertad de ser quien yo quisiera ser, o de no ser nada, de una forma sencilla para explicar siempre digo que si alguien quiere saber que es un nomo, solo tiene que responderse que un nomo, pues es cualquier cosa menos un hombre, y por lo tanto, un nomo puede mutar y ser una mancha de color, una letra, una bocanada de cigarro, o una taza de café, puede ser el viento frío del otoño y el invierno, puede ser lo que sea, una planta, un bicho, un río, una gota de lluvia, un corazón, un Ícaro, cualquier cosa, y eso en realidad lo hice mucho antes de ser nomo, desde antes digamos que renuncie y destruí cualquier documento que pudiera decir que soy, quien soy y lo que se o no se, hacer, y quise ser lo que yo quería ser, solo una mancha de pintura…”

octubre 26, 2013

LA REDENCIÓN DE ÍCARO VII Sobre los abrazos de Ícaro










LA REDENCIÓN DE ÍCARO VII Sobre los abrazos de Ícaro
Ícaro se abrazaba a su memoria, porque su memoria le hablaba de sus alas, de sus vuelos, del viento y de los latidos, miraba todo de nuevo a través de los ojos de su memoria, ojos de hombre aunque no era hombre, ni humano, ni nada, Ícaro no era lo que escondían sus pupilas de hombre, él era nada, era recuerdo, era anhelo y espera, era deseo y la alegría de tiempos pasados que fueron latidos nuevos, era el viento y las piedras de las que se desprendía arena, era una hoja a punto de desprenderse de una rama en otoño, era las ramas vacías de cada árbol en invierno, y eran también sus manos vacías, sus alas desvaneciéndose y el recuerdo de cada noche que pudo volar, y también de cada amanecer cayendo, Ícaro se abrazaba a su memoria, y miraba a través de los ojos de su memoria que eran de hombre, aunque Ícaro ya había dejado de ser hombre…

octubre 13, 2013

LA REDENCIÓN DE ÍCARO VI Las mutaciones en soledad de Ícaro










LA REDENCIÓN DE ÍCARO VI Las mutaciones en soledad de Ícaro


Ícaro se desdibujaba a solas, se desvanecía como se desvanecían sus alas, en silencio, sin palabras, sin abrazos, sin latidos, sin colores, sin nombres, ni estrellas, Ícaro caía, una, dos, veinte veces, pero seguía volviéndose capullo esperando recuperar la fuerza de su espalda para sostener alas mas grandes, brazos mas fuertes para aprender a abrazar mejor, aunque sea al viento, aunque sea a él mismo, Ícaro mutaba, enterrado en la tierra como semilla, guardado en la yema de los dedos como caricia pendiente de nacer, como beso guardado a distancia en la comisura derecha de unos labios que esperan saliva para vivir, Ícaro se desdibujaba a solas y después regresaba al viento, a sus alas, a la vida…

octubre 06, 2013

LA REDENCIÓN DE ÍCARO III La mujer que amaba a Ícaro










LA REDENCIÓN DE ÍCARO III La mujer que amaba a Ícaro

La mujer que amaba a Ícaro aprendió a soñar con los ojos cerrados, aprendió a ser pálida por rencor contra el sol por derretirle las alas a Ícaro, aprendió a coronarse la cabeza con plumas, aprendió a amar al viento que acariciaba mas a Ícaro que las manos de ella, aprendió de silencios, de esperas, de paciencia, aprendió a pertenecerle a alguien que pertenecía al cielo, a las copas de los arboles, a las nubes, a todas las aves, a la nada, la mujer que amaba a Ícaro de vez en cuando abría un poco la boca para soltar una plegaria, pidiendo que Ícaro alcanzara las estrellas, que volara muy alto, que no cayera, pidiendo que regresara a su lado, pidiendo que se quedara con ella, pidiendo tener alas para alcanzarlo, pidiendo ser una pluma de sus alas, pidiendo un beso solamente, que le hiciera saber que su Ícaro había regresado, con las alas rotas de nuevo, pero a su lado…