Muchas noches mientras busco el camino hacia mi Luna, pienso en ti.
Y mientras la pintura humedece los pinceles, tu recuerdo humedece mi piel y termino cubierto de esas manchas que salpica el bastidor a golpe del pincel, y me vuelvo simplemente una mancha multicolor deambulando por el jardín.
Entonces no puedo evitar que de mis ojos escurra aceite de linaza, y me arde la piel pero me arde más el corazón.
Quisiera entonces que la Luna bajara, o que yo pudiera subir hasta su lado, pero por más que trepe por las ramas de la jacaranda más cercana no alcanzo a tocarla, y ella, ella no baja, ni siquiera un poquito, ni siquiera un suspiro.
Muchas de estas noches mientras pasa todo esto y me deshago en melancolías, pienso en ti.
No me preguntes como te imagino, no me preguntes por el color de tus ojos, ni me vengas a preguntar ¿me veías así?, ¿así tenia el cabello mientras pasabas tu mano por mi cabeza?, ¿así sentías mis labios?, ¿son estas manos las que tomabas mientras caminábamos por la calle?, ¿es esta la voz que escuchabas mientras te decía te amo?
Por favor no preguntes nada de tu cuerpo, pues no imagine jamás tu cuerpo, lo que imagine de ti es el sonido de tu corazón, el largo de tus sueños, el color de tus fantasías, la suavidad de tu ternura, y todas esas cosas que si un día te paras frente a mi me harán saber que eres tu quien imaginaba en noches como esta.
Ahora ya siento frio, y la Luna ya no se alcanza a ver, ahora salgo al trabajo y me despinto la piel, ahora solo tuve las ganas de salir y dejar escapar este pequeño suspiro que ojala algún día puedas escuchar.
Ahora me marcho, pero por mas lejos que mis pasos lleguen a estar, tu recuerdo seguirá dentro de mí y aun con el sol de medio día, estaré imaginando todo lo que conozco de ti, en espera de que un día teniéndote frente a mi por fin pueda descubrir todo lo que no conozco aun de ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario