LO QUE SOY

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septiembre 21, 2009

DE LA AUSENCIA DE MI LUNA




Llega el reloj a las tres de la madrugada y el sonido del tren fue lo único que llego y rompió el silencio.

Dejo de llover hace ya una hora, y las hojas de los arboles han terminado de sacudirse las caricias que en forma de gotas de lluvia las nubes les dan.

Dentro de mí raspo y raspo buscando aquellas caricias, aquella voz tuya que venía a romper mis silencios, que venía a encender la habitación con tus danzas.

Te busco entre los lienzos que anidan telarañas tanto como las que se han forjado tan aprisa dentro de mí.

Me volví un lienzo en blanco, me volví color, me volví pincel y espátula y tinta y papel y ahora en nada me encuentro porque no te encuentro.

Lo único seco en mi jardín soy yo, miro reverdecidas las plantas, los botones por florecer perezosos esperando a que salga el sol, y yo esperando a que salieras, a que llegaras esta noche, y me consumo en esperas y no llegas, y no suenas, y no bailas y no caminas y no miro tu sombra en el techo, ni en la cama despejada, ni en la ventana que jamás se cierra, ni en los muros donde cuelgan esos rastros de ti que otras noches me viniste a regalar.

Me siento tan hambriento de ti, tan necesitado de el sonido de tu voz que raspo en seco el pincel contra el lienzo, pero no se desprende más que el gesso que cubre la tela de lino y que al caer sobre el suelo relámpagos en el cielo iluminan las nubes.

Un cielo enrojecido por las luces de la ciudad, un cielo por el que no te veo volar, por el que no te miro pasar entre sabanas rojas y telas azules sobre las que cuelgo estrellas o colgaba, porque en tu ausencia es difícil encontrar estrellas, es difícil encontrar telas que te vistan o te desvistan que caigan ante el roce del pincel o te cubran de igual manera, es difícil trazar hilos de luz entre las estrellas para tejer las hamacas donde nos mecíamos cada noche, y desde donde metamorfeabamos cada partícula del universo, y encendíamos la madrugada y encendías el cigarro y encendías mi alma.

Esta noche una vez mas no llegas, no llegaste y ni los gallos cantan al amanecer por qué no huelen tus pasos al marcharte cuando estaba por salir el sol, y de error en error me voy columpiando, noche a noche, trazo a trazo, y me faltas, y no hago más que esperarte, entre líneas, entre letras, entre colores que se van secando sobre una paleta que difícilmente se podría asegurar que era de madera, pues con los restos de batallas pasadas se han ido cubriendo sus betas, y se seca mi alma, y se secan mis manos, y me seco todo yo entre tu ausencia, aun así no llegas y el amanecer esta pronto, y la hora de partir se acerca, y el silencio de la noche que es donde más fuerte escuchaba tu voz pronto será violado por los motores de autos y los rechinidos de llantas que patinan sobre un asfalto mojado.

Y mis paso sobre las calles dejaran huellas de tu ausencia, y la mirada apagada con la que últimamente he visto la luz del día me irritara una vez más los ojos, y después de dos horas de buscarte entre los prójimos que me acompañan en el viaje al trabajo llegare al departamento donde me esperan para hacer mi labor de aprendiz de maestro.

Y después de unas horas y después del medio día, y después de una tarde y después de todo volverá a llegar la obscuridad de la noche que me anunciaba antes tu llegada, no sé si llegues esta noche.

Y entre tazas llenas de pinceles y frascos de café rellenos de tubos de óleos vacios, y bastidores en blanco y pintura fresca y aceite de linaza y estos restos de mi que soy yo sin ti, me sentare a esperar a que llegues mientras te busco dentro de un lienzo en blanco, mientras te raspo de entre mis recuerdos, de entre otras ausencias, de entre otros latidos que viví, que escuche, que sentí, a tu lado y lejos de ti, dentro de ti, sobre de ti.

Y espero que esta noche, sea la noche en que regreses, y que incendies, y que apagues y que devoren tus bocas mis manos y tus ojos me congelen y me vuelva cenizas y me vuelva pincel y me vuelva una mancha y te descubra y me descubra, y que esta noche una vez más vengas a consumirme o que me dejes ir hasta ti para consumirte

pero sobre todo espero esta noche poder volver a ser contigo la noche,

tu noche,

mi noche,

a pinceladas,

y poder ser yo una vez más en ti.

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